Los críticos de Sánchez dan por hecho el pacto con Iglesias para aplazar la moción
Los críticos en el PSOE con el recién elegido secretario general, Pedro Sánchez, ven posible un pacto in extremis por el cual Pablo Iglesias acabaría renunciando a presentar su fallida moción de censura a cambio de la promesa de una iniciativa conjunta en un futuro.
En este sentido, fuentes parlamentarias socialistas dan fuerza a esta estrategia, que pasaría porque Iglesias espere a articular una iniciativa conjunta con el PSOE, una vez Pedro Sánchez asuma definitivamente la dirección del grupo en el Congreso. En las mismas fuentes se considera, en cualquier caso, que la moción no se producía en el corto plazo, ya que Sánchez tiene aún por delante retos complicados, como recomponer el grupo parlamentario e imponer su nuevo proyecto político.
La percepción, no obstante, da aire a la táctica de Iglesias de presionar al PSOE. El líder de Podemos no esperó ni un día en ofrecer a Sánchez retirar su moción si él registraba una propia. Un movimiento estratégico para descargar toda la presión sobre los socialistas y comprometerles de inmediato en una «alianza» entre las formaciones de izquierda.
Este jueves, en otro movimiento estratégico, Compromís- hasta ahora aliados de Iglesias en esa iniciativa-pedía al PSOE un «gesto» para que Podemos aplace la moción hasta que ésta pueda tener alguna viabilidad.
La táctica pone al PSOE, y a Sánchez, contra las cuerdas y, en cierto modo, libera también a Iglesias de defender en el Congreso una moción condenada al fracaso y que cuenta con el único respaldo de Bildu y ERC. Los republicanos anunciaron su apoyo al dar por hecho que Podemos apoyaría la celebración de un referéndum de independencia.
En cualquier caso, el triunfo de Pedro Sánchez ha provocado un giro en la estrategia de los podemitas. Con él al frente del PSOE, ven posibles los acuerdos futuros. Otro balón de oxígeno para Iglesias es la disposición, ya avanzada, de los socialistas a abstenerse en la moción.
Ese sentido de voto no supone nada desde el punto de vista práctico, porque la propuesta requiere de una mayoría absoluta para salir adelante-pero sí táctico. El portavoz provisional socialista, José Luis Ábalos, ya anunció este miércoles que su partido no descartaría cambiar del ‘no’ a la abstención, y los propios críticos a Sánchez en el PSOE empiezan a dar por sentado que, si el debate finalmente se produce, esa será la consigna.
Conocida la decisión de Compromís, fuentes de Podemos aseguran que su intención sigue siendo la misma: seguir adelante. El debate se producirá el próximo 13 de junio, apenas cuatro días antes de que Pedro Sánchez sea ratificado como nuevo secretario general en el congreso federal del PSOE.
Una circunstancia que tampoco ha pasado desapercibida para sus críticos, que destacan el «papelón» de imponer ahora un sentido de voto que servirá para que «Rajoy siga en el poder». Una «paradoja» apuntan, recordando el mensaje del ‘no es no’ y la insistente crítica de Sánchez a la Gestora por la abstención en la investidura.