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La crisis extremeña desmoviliza al votante del PP y Vox e impulsa a Sánchez

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La crisis del PP y Vox en Extremadura, que conduce a nuevas elecciones, provoca la desmovilización del electorado de centroderecha a nivel nacional. Según el sondeo de Data10 para OKDIARIO, el principal perjudicado es Vox que, en una semana, ha visto cómo 54.855 españoles que les apoyaron en 2019 se van ahora a la abstención o se declaran indecisos con su voto. En el caso del PP, son 35.329. Entre ambos partidos acumulan 1.202.882 indecisos o abstencionistas, frente a los 1.086.752 del PSOE y los 471.061 de Podemos. 

Se trata de un factor a tener especialmente en cuenta, pues la desmovilización es uno de los criterios que ha valorado Pedro Sánchez para adelantar la convocatoria de elecciones en pleno verano. El socialista es consciente de que la alta motivación del centroderecha para acudir a las urnas juega en su contra. En los últimos meses, el llamamiento del PP a derogar el sanchismo ha provocado un tsunami que ha tenido su primer reflejo en las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo, devastadoras para el PSOE. De ahí que uno de los principales temores de Sánchez sea precisamente que esa movilización se contagie también a las generales.

Mientras intenta esta jugada, Sánchez pretende además una movilización extraordinaria de la izquierda, con constantes apelaciones al riesgo que, en su opinión, supondría un Gobierno del PP y Vox. El socialista trata de concentrar además bajo las siglas del PSOE. Por ahora, la apelación al voto útil frente al conglomerado de Sumar parece darle buen resultado, pues en la última semana ha logrado convencer a 47.545 votantes que hace cuatro años apoyaron al PSOE y que hasta ahora dudaban de su voto. En la última semana, la participación general (65,4%) ha caído medio punto. Un factor cuya evolución habrá de tenerse especialmente en cuenta. 

La ruptura entre el PP y Vox en Extremadura tiene, pues, una indudable lectura nacional. Aún así, los populares ganarían holgadamente las generales (141, 34,4%) y Alberto Núñez Feijóo podría gobernar con el apoyo de Abascal (39). Sánchez llega a los 100 escaños, pero el resultado es insuficiente para que pueda mantenerse en La Moncloa con su séquito de Sumar, separatistas y proetarras. Ninguno de sus socios modifica su resultado en relación con el sondeo de la semana pasada.