El Gobierno mantendrá el 155 si el Parlamento catalán hace trampas para investir a Sànchez o Turull

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El Gobierno mantendrá el 155 si el Parlamento catalán hace trampas para investir a Jordi Sànchez. Este jueves el legislativo regional pretende tramitar una reforma para permitir que un presidente pueda delegar la práctica totalidad de sus funciones.

Pero ni el Gobierno ni la Justicia están dispuestos a permitir que ese cambio legal se pueda convertir en una tapadera para que se mantenga el espíritu del fondo del golpe separatista.

La Fiscalía mirará con lupa el cambio legal para evitar que altere los mandatos estatutarios y constitucionales. El Supremo tendrá que decidir igualmente sobre el asunto y el juez Pablo Llarena no está dispuesto a facilitar que Jordi Sánchez pueda abandonar el centro penitenciario de Estremera para ser investido, especialmente, porque su riesgo de reincidencia en el golpe es muy alto, porque Jordi Sánchez no ha abandonado el golpismo y porque no es cierto que pueda desempeñar el cargo desde una prisión.

Pero al margen de ello, el Gobierno está dispuesto a aplicar una prórroga del artículo 155 si el nombramiento incorpora algún tipo de trampa o fraude de ley. Especialmente, si se puede demostrar que la treta del nombramiento es simplemente un trámite para permitir que Carles Puigdemont siga gobernando en la sombra y desde Bruselas.

La postura cuenta ya con el respaldo del ministro de Justicia, Rafael Catalá, que pretende supeditar el mantenimiento de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña a que la Generalitat se mantenga dentro de un escrupuloso cumplimiento de la ley. Y el fraude de ley para permitir un mandato a distancia y opaco no entra en esa exigencia.

Junts per Catalunya, pese a ello, está dispuesto a forzar la máquina. Lo pretende hacer con la propuesta de ley de reforma de la Presidencia que registró en el Parlament con la intención de tramitar de forma exprés, una modificación sustancial de la forma de relacionarse el President de la Generalitat con el Parlament.

Así, esta modificación permitiría la investidura sin estar presente en la cámara, ya que los junteros piden añadir un párrafo en el artículo 4.2 de la ley de la Presidencia, donde proponen que “en caso de ausencia, enfermedad o impedimento del candidato o candidata en el momento de presentar el programa de gobierno y solicitar la confianza del pleno del Parlament, éste, por mayoría absoluta, podrá autorizar la celebración del debate de investidura sin la presencia o sin la intervención del candidato o candidata. En este caso, la presentación del programa y la solicitud de confianza de la cámara podrá hacerse por escrito o cualquier otro medio previsto en el reglamento del Parlament”.

Reforma a la medida de Puigdemont

Desde Junts per Catalunya quieren que esta reforma de la ley de la Presidencia se lleve a cabo por el procedimiento de lectura única, la misma vía de urgencia que se utilizó para aprobar las leyes de desconexión en el tortuoso pleno del 6 y 7 de septiembre pasado. La propuesta, que la presentó unilateralmente JXCat, se debatirá en el pleno de este jueves y contará con el apoyo de Junts per Catalunya y Esquerra.

Además de modificar la fórmula de la investidura, con la reforma el grupo parlamentario de Puigdemont también pretende que el nuevo President reparta poder entre sus consejeros, y se le permita relacionarse con la cámara de forma telemática. La reforma esconde, de este modo, una vía para que el preso Sánchez pueda comandar órdenes desde la prisión y justificar de esta manera su cargo. Porque hay que recordar que el impedimento que marcó la Fiscalía y el TS pasaba por la evidencia de que un nombramiento para una cargo que no se puede desempeñar carece de justificación suficiente para avalar una salida de prisión para el pleno de investidura.

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