España

Carmena aprende la lección tras su desastroso encuentro con Montoro

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se ha reunido este miércoles con el nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. Aprendida la lección de la reunión fallida con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, esta vez la exjueza ha ido con los acuerdos de antemano y ha acudido su concejal del ramo.

El encuentro con Montoro se realizó el pasado lunes 21 de noviembre y se extendió durante cerca de dos horas. Además, el concejal de Carmena de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, no estuvo presente en el encuentro hasta el punto de que a la mañana siguiente convocó una rueda de prensa de urgencia para corregir las palabras de Carmena tras la cita con el ministro.

El lunes por la tarde Carmena dio a entender que iba a cumplir con la regla de gasto según interpreta Montoro y 13 horas después, Sánchez Mato dijo que cumplirían según su interpretación, es decir, quieren incumplir en la práctica.

De 2 horas a 20 minutos

En este caso, la reunión Carmena-De la Serna ha durado tan solo 20 minutos y han acordado convocar antes de 2017 la primera ronda de reuniones con todos los actores implicados en la ‘Operación Chamartín’.

Los conocidos como ‘sherpas’ de los políticos, es decir, los jefes de gabinete y otros cargos técnicos ya han realizado las negociaciones previas para poner en marcha esta comisión que han anunciado. Algo que no deja de ser dar formalismo a las reuniones que ya realizaba Ana Pastor, anterior titular de la cartera de Fomento.

Sánchez Mato faltó; Calvo ha estado

Por otra parte, mientras el concejal de Hacienda no estuvo con Montoro en este caso, José Manuel Calvo, concejal de Desarrollo Urbano Sostenible de Carmena sí ha estado presencialmente en el encuentro en la sede ministerial de De la Serna, ex alcalde de Santander.

Calvo, a través de Twitter, ha dado su beneplácito a lo dicho por Carmena a los medios. En dos tuits ha agradecido al ministro del PP la confianza que ha depositado en el Consistorio y se ha reconocido «ilusionado» con el trabajo por delante para afrontar esta operación urbanística.