El bloque independentista se resquebraja por desacuerdos en los plazos para el referéndum

CUP
Carles Puigdemont habla con la ex diputada de la CUP Anna Gabriel. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Las fisuras del bloque independentista han quedado al descubierto en numerosas ocasiones. La última división es acerca de los plazos del referéndum que mantienen para el próximo año, y que profundiza en las diferencias entre los convergentes y los antisistema de la CUP.

La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, ha replicado este domingo a la propuesta de la formación radical de darse dos o tres meses como límite para acordar un referéndum con el Estado: «Nos equivocamos si nos volvemos a hacer prisioneros de los plazos».

La aseveración de Pascal rebate directamente la teoría de la CUP, que este mismo sábado insistía en dar por muerta la vía de un referéndum pactado e insistía en la convocatoria ilegal. Según la portavoz parlamentaria de esta formación, Anna Gabriel, si el Gobierno se niega a negociar la convocatoria de un referéndum, «en dos o tres meses» las fuerzas soberanistas habrían de dar por «cerrada» la vía pactada y preparar un referéndum unilateral.

Desde la antigua Convergència se recuerda que la primera apuesta ha de ser intentar un acuerdo con el Estado, si bien ha admitido que, si no se puede conseguir, la consulta debe hacerse «con los instrumentos que hay a través del Govern y del Parlament».

Sobre el mensaje navideño de Felipe VI ha dicho que «un rey del siglo XXI debería entender que la plenitud de los demócratas es poner las urnas».

Desde la CUP se ve con recelo el compromiso de buscar adhesiones en el conjunto de España y de Europa, surgido el pasado viernes de la cumbre del Pacto Nacional por el Referéndum. La formación cree que no debe servir como «excusa» para «dilatar» la fecha del referéndum sobre la independencia, que el Govern de Carles Puigdemont prevé convocar como muy tarde en septiembre de 2017.

Según los antisistema,  «es muy probable que en breve haya una negativa formal del Estado» al referéndum acordado.  «Si tenemos como fecha máxima el mes de septiembre, no es difícil pensar que en dos o tres meses debe poder cerrarse esta primera etapa y poner en marcha el engranaje de la convocatoria del referéndum», destacó Gabriel este sábado.

La intención de los cuperos es lograr que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se alinee con el independentismo. Colau, que actualmente está inmersa en la preparación de su partido-que se aprovechará del espacio de los «comunes»- descarta por el momento la vía de un referéndum no pactado con el Estado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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