El Ayuntamiento de Zaragoza y el sex shop ‘la Pili’ dan clases de masturbación con dinero público
El Ayuntamiento de Zaragoza, del ‘podemita’ Pedro Santisteve, ha organizado un taller sobre sexualidad femenina que, entre otros, enseña a las mujeres técnicas de «autoexploración genital», tonificación del suelo pélvico, utilización de juguetes eróticos o usos de los lubricantes.
La sesión, titulada ‘Placeres sin edad’ y que tendrá lugar este viernes, está impulsada desde la Universidad Popular de Zaragoza, perteneciente al área de Presidencia, Economía y Hacienda y se promociona en la página web municipal.
El taller, que se dirige a mujeres de todas las edades, se presenta como «un espacio de escucha, reflexión e intercambio de opiniones hablando de temas como el placer, las diferentes etapas vitales, la menopausia, la tonificación del suelo pélvico… entre otros temas, que nos ayuden a sentir nuestra vivencia de la sexualidad en positivo».
«Redefinimos conceptos como la menopausia, etapa vital que nos aporta un valioso conocimiento sobre nuestros cuerpos y sobre lo que necesitamos. Compartimos experiencias y descubrimos productos respetuosos que nos ayudan a disfrutar del placer, enriquecer nuestra erótica y cuidarnos como nos merecemos», añaden en su presentación.
El taller está impartido por ‘Desmontando a la Pili’, una cooperativa de mujeres «que entienden la sexualidad como parte integral del desarollo de las personas», según se definen en su página web.
La cooperativa dispone de una tienda en Zaragoza, en la que se venden productos y juguetes eróticos, organiza sesiones de ‘tuppersex’-reuniones en las que se permite probar estos productos y se asesora sobre su compra-talleres y asesoramientos, por ejemplo, «en colegios de primaria e institutos de secundaria, asociaciones o entidades de todo tipo (jóvenes, mujeres, migrantes, etc.)».
«Nos presentamos como una alternativa al mercado erótico actual que, por un lado, está lleno de oportunidades para disfrutar del sexo pero que, por otro, tiene un enfoque muy pobre, rígido y sesgado de la sexualidad. Sentimos que las mujeres necesitamos mucho más que juguetes. Tenemos la necesidad de un mayor conocimiento de nuestro cuerpo, nuestro sexo y nuestros deseos y además, necesitamos de espacios de confianza y seguridad donde abordar la sexualidad de forma natural», dicen en su página web.
Sus promotoras defienden que con sus servicios se pretende fomentar el «autoconocimiento» en la sexualidad, «entender nuestras dinámicas y fomentar la satisfacción sexual» desde el «fomento dela libertad y la autonomía personal».
En una de las entradas en su blog, se explica la dinámica del taller ‘Placeres sin edad’, «uno de nuestros favoritos», afirman.
«La búsqueda del placer fue uno de los temas principales de la charla. Gracias a la atención y participación de las personas presentes, dialogamos sobre los cambios que se producen a lo largo de la vida y cómo éstos se convierten en grandes oportunidades para autoconocerse».
«Aprovechando la buena sintonía que había, se plantearon diversos temas relacionados con el bienestar y el placer sexual: la importancia de utilizar un lubricante adecuado y respetuoso con el cuerpo, los beneficios terapéuticos de la vibración de un juguete erótico, la tonificación del suelo pélvico o la autoexploración genital como parte del cuidado de una misma, entre otros», añaden.
En el taller no faltaron los juguetes, como la Sagrada Vulva Andina «con la que redescubrimos sus diferentes partes y volvimos a cerciorar una gran verdad escondida a lo largo de la historia: los penes son clítoris para afuera».
Se trata de una «marioneta-peluche con forma de vulva, con la que puedes hacer teatro o dar un taller», explican en la página web de ‘Desmontando a la Pili’. «Un delicado títere de tela con el que enseñar, jugar, familiarizarnos, nombrar la vulva además de conocer cada una de sus partes: labios, clítoris, la uretra esponjosa (punto G), o hablar de la menstruación».
Las organizadoras animan a las participantes a unirse a la ‘vulvalución’, «movimiento mundial que toma la vulva como símbolo de empoderamiento de las mujeres, y que surgió en Perú, donde se emplean estas vulvas de tela para ayudar a las mujeres a conocer sus genitales. «Las vulvalucionarias trabajan para el empoderamiento de las mujeres en el mundo, tomando como símbolo la vulva», cuentan desde ‘Desmontando a la Pili’.