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PSOE

La alianza de Ábalos con Iglesias preocupa en Moncloa: son amigos y suman 5 diputados decisivos

Ábalos forjó buena relación con Podemos cuando Sánchez le mandó en representación del PSOE al congreso del PCE

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Pedro Sánchez mandó a José Luis Ábalos a un acto del Partido Comunista aduciendo que a él le «daba pereza» ir cuando era secretario general del PSOE hace siete años. Y ahí, Ábalos entabló una buena relación con varios dirigentes de Podemos, como Pablo Iglesias e Irene Montero, a día de hoy, los dos máximos mandatarios de sus nuevos socios en el grupo parlamentario del Grupo Mixto.

Esa «buena relación», que fue a más durante su etapa en el Consejo de Ministros, es ahora la principal «amenaza» para Sánchez y el Gobierno. Podemos y Ábalos suman cinco escaños. Y su abstención en cualquier votación obligaría al sí de Junts, PNV, ERC, Bildu y el BNG para que el Gobierno no fuera derrotado. De no votar de los junteros, como ocurrió en tres decretos a principios de año, la pinza Podemos-Ábalos, haría fracasar al Gobierno. En Moncloa hay un gran temor a que el ex ministro «estalle» y «empiece a hablar».

Fuentes gubernamentales confían en qué «no se atreverán a hacer caer el Ejecutivo». Pero sí admiten «preocupación» ante la posibilidad de que «puedan obligarnos a adoptar posiciones que se desmarcan de nuestra hoja de ruta». Lo ocurrido en la convalidación de los tres primeros decretos de la legislatura, cuando Junts decidió no votar y Podemos se abstuvo, perdiendo una de las votaciones, «era un aviso de Podemos». «Ahora todo se endiabla más», aseguran en el entorno del presidente. Coinciden dos colaboradores de Sánchez que «habrá que pasar página rápido del resentimiento con Ábalos» para que «no se desvíe mucho de nuestra doctrina». «Al fin y al cabo no deja de ser un socialista más», añaden, aunque la dirección del PSOE haya iniciado ya los trámites para suspenderlo de militancia.

Pese a irse al grupo mixto, según ha podido conocer OKDIARIO, el PSOE exigirá a Ábalos que mantenga la disciplina de voto en el Congreso de los Diputados. Tras abandonar el grupo parlamentario socialista, lo que le ha acarreado una suspensión cautelar del partido, que ahora está estudiando la comisión de garantías, el equipo de Patxi López quiere que siga votando en línea con lo establecido por Ferraz. Tras registrar su baja, no obstante, ha asegurado que «ya no me debo a ninguna disciplina de voto, por lo que puedo decir lo que quiera». Pese a esa advertencia, la dirección del PSOE sostiene que Ábalos debe votar en el mismo sentido que sus ex compañeros de bancada y además tiene que seguir abonando las cuotas del partido hasta que la decisión sobre su expulsión sea definitiva.

La supuesta trama de comisiones en contratos de material anticovid durante la pandemia colmará la sesión de control al Gobierno que tendrá lugar este miércoles en el pleno del Congreso. Pese a la salida de Ábalos, PP y Vox han preparado una ofensiva contra el Ejecutivo que incluye preguntas al presidente Pedro Sánchez y cuatro de sus ministros: Félix Bolaños, Fernando Grande-Marlaska, Óscar Puente y Ángel Víctor Torres. En total se registraron seis preguntas sobre el asunto dirigidas a diferentes miembros del Ejecutivo, cinco de ellas del PP y una de Vox. Además, y para ese mismo día, los populares plantearán también una interpelación urgente que dará lugar a un texto que se votará en la siguiente sesión plenaria.

Ábalos entre diputados de Podemos

Una vez confirmada su salida del grupo parlamentario socialista, y su inclusión en el grupo mixto, la dirección del Congreso en manos de Francina Armengol ya le ha recolocado en el hemiciclo. Al que fuera ministro de Transportes, en la nueva distribución, se le ha situado en el escaño que anteriormente ocupaba la dimitida ex secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge. Entre los diputados morados y junto a Ione Belarra. Ábalos tendrá que negociar ahora con sus nuevos compañeros un cambio de sillas para no partir el grupo podemita.