Zapatero no cree que el Gobierno «esté radicalmente cerrado» al acercamiento de presos de ETA

José Luis Rodríguez Zapatero y Juan José Ibarretxe
José Luis Rodríguez Zapatero y Juan José Ibarretxe. (Foto: AFP)

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado este viernes que no cree que el Gobierno «esté radicalmente cerrado a contemplar esa hipótesis», incluso teniendo las encuestas en contra, pero «lógicamente, necesitará argumentos, acompañamiento y coyuntura». «¿Por qué se va a cerrar nadie a esa hipótesis?», ha planteado.

«Ahora ya no hay ETA, por tanto, no hablemos de ceder o no a ETA. Hay presos que han sido de ETA, una organización que ha cometido crímenes muy horrendos pero hay que tener una política penitenciaria inteligente. No descartaría que pudiera haber acercamiento, seguramente no masivos, selectivos. Hay que ir viendo las circunstancias con tranquilidad y si es en el contexto del pacto antiterrorista, mejor», ha señalado en una entrevista en laSexta recogida por Europa Press.

Para Zapatero, que ha seguido en directo la comparecencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre el fin de ETA, su intervención era «previsible» y, en todo caso, ahora se abre «un tiempo nuevo en el que desaparece ETA y por tanto, tendrá también que existir la política en favor de recuperar la convivencia» y «en favor de que sirva de lección todo lo que ha ocurrido».

En cuanto al comunicado de ETA anunciando su disolución, Zapatero ha señalado que le da «valor cero» porque «esto ya es pura retórica que no tiene ninguna importancia», un texto en el que los terroristas tratan de «justificarse». «Lo que de verdad es relevante es que dejaron la violencia para siempre, y si hay alguien sabe que era para siempre es quien estaba al frente del Gobierno», ha señalado.

Zapatero descarta que el anuncio actual produzca una escisión en lo que queda de la banda terrorista porque «ya tendría que haberse producido». Normalmente las escisiones de un grupo terrorista se producen inmediatamente después de que se anuncia una decisión y cuando en octubre de 2011 se anuncia el fin de la violencia nuestra información fue que no iba a haber esa escisión».

«Queda por saber lo más importante»

Precisamente, sobre lo sucedido en aquella etapa, Zapatero ha señalado que «quedan bastantes cosas por saber, algunas de ellas las más importantes, pero el tiempo es algo imprescindible para que se vaya sedimentando y comprendiendo».

«Quedan los nombres decisivos, no se conocen. Hay nombres decisivos y se conocerán. La gente a veces más anónima es la que hace la tarea más decisiva», ha comentado, para después apuntar que hubo «muchas, que no son conocidas, que no son españolas, que han mantenido discreción» y que jugaron un papel «fundamental en la recta final» y «ejercen la mayor capacidad persuasiva para que ETA declare el fin de la violencia».

En la misma línea, ha avanzado que quedan por saber cosas «sorprendentes» como que cuando su gobierno empezó «las negociaciones» para buscar el fin de la violencia, «para sorpresa de todos, el número uno de ETA era una persona que había pasado completamente en la no relevancia desde hacía años y años». No ha mencionado su identidad.

En cuanto a los nombres que sí se conocen, ha destacado el del ex presidente de los socialistas vascos Jesús Eguiguren, que «es decisivo porque comienza el diálogo» con el líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, «muy incipiente y ahí se desencadena todo».

«Hay que hablar claro: el diálogo Eguiguren-Otegi nos lleva al final de ETA», ha sentenciado, para incidir en que su compañero de partido «es uno de los grandes héroes como lo han sido los guardias civiles, cada uno en sus funciones».

De aquella época se ha referido también al atentado de la terminal 4 del aeropuerto de Madrid Barajas, que dejó dos muertos y puso fin a las conversaciones, para afirmar que «fue durísimo» y asegurar que desde entonces, hubo «un progresivo cambio de actitud de buena parte de la izquierda abertzale en favor de que la violencia terminase cuanto antes».

«Tranquilidad de espíritu»

En cuanto a su gestión y a las críticas políticas que recibió y sigue recibiendo por aquel diálogo, Zapatero ha afirmado que lo afronta con «tranquilidad de espíritu». «Tengo tanta seguridad en que la historia y la mayoría de los españoles saben que afortunadamente, acertamos en este tema, que no me preocupan esas críticas», ha señalado.

«Y si ha habido –ha añadido Zapatero– una tarea que formaba parte de mi deber que culmina bien para el país y la sociedad española es el final de ETA en nuestro mandato y gracias a la colaboración y esfuerzo de tanta gente».

Sobre la acusación en particular que en un momento le hizo el entonces líder del PP en la oposición, Mariano Rajoy, de haber traicionado a las víctimas del terrorismo, Zapatero ha afirmado que le perdonó «a los pocos días», que no le tiene «ninguna antipatía» y que mantienen «un buen diálogo».

«La sociedad estuvo unida, es notable que ha habido fuerzas políticas que han sido más leales en momentos difíciles pero la democracia es generosidad. No sabe hasta qué punto me alegré, aunque fuera mi rival político, de saber que al salir de La Moncloa el próximo presidente no tendría que lidiar con lo más duro, los atentados terroristas de ETA», ha señalado.

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