Identidad virtual y ventajas para los adscritos

Los independentistas planean un ‘apartheid’ en una futura «República digital»

Carles Puigdemont
Carles Puigdemont. (Foto: AFP)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El independentismo da vueltas a la tuerca para construir su República catalana. La última propuesta se llama ‘República gradual’ y circula con fuerza entre los círculos secesionistas.

Bajo el modelo de ‘República digital’ que el propio Carles Puigdemont planea en su hoja de ruta política, los independentistas concretan la propuesta, que daría lugar a una República virtual para empresas y ciudadanos que se adscriban y que se beneficiarían de ciertas ventajas por pertenecer a ella.

La participación se realizaría a través de un código personal, que daría además derecho a participar en distintas consultas ciudadanas o «referéndums» del proceso constituyente.

La principal iniciativa parte de Joan Canadell, destacado empresario independentista y fundador del Círculo Catalán de Negocios, que plantea una República digital que admite que no será un proceso sencillo.

Para empezar, señala, habrá en Cataluña un «gobierno de mantenimiento de la Generalitat para mantener las estructuras de Estado que ya tenemos y son imprescindibles- mossos, medios de comunicación, hacienda».

«En paralelo a Bruselas se empezará a dotar de eficacia a la República», sostiene. Su propuesta pasa por «crear una identificación republicana IR a la que todo catalán tendrá derecho a acceder y que le servirá para participar en el proceso constituyente».

Según esto, las empresas podrían solicitar este código y ofrecer a los ciudadanos que también lo tienen «condiciones especiales». «Por tanto, cada vez más ciudadanos verían práctico» disponer de esa identificación. «Crecería la República», añade.

«Con dos millones de IR se montarían sistemas de votación electrónica con referéndums continuados sobre cómo ha de ser la República. Imaginemos que gente transversal no independentista viese que es un sistema más democrático que el español, crecerían los nuevos republicanos y por tanto las IR».

El siguiente paso, sostiene, sería que «miles de empresas y autónomos», ya pertenecientes a esa República imaginaria, «decidiesen pagar sus impuestos a la República». «Eso debilitaría al Estado y reforzaría la República hasta que se haría finalmente efectiva. Recordemos que es año de elecciones municipales…», se añade. «Serán unos meses, un año, pero pasará», concluye.

La idea de una ‘República digital’ ronda desde hace tiempo en el entorno del propio Puigdemont.

El programa de Junts per Catalunya para el 21-D dedicaba un apartado en exclusiva a este concepto -lo que denominan ‘E-Estat’– cuya finalidad es desarrollar una administración paralela ‘en la nube’, que sirva a los fines independentistas.

Puigdemont propone, por ejemplo, que cada ciudadano tenga una «identidad digital catalana autogestionada»-una propuesta que se corresponde con la anterior- y más participación en las «políticas territoriales, económicas y sociales» mediante la extensión del voto electrónico en la toma de decisiones.

Además, pretenden «promover la creación de un voluntariado digital organizado para hacer ‘República’ desde la sociedad civil’, asumiendo, también, que uno de los grandes retos para esa nueva administración será el de la ‘ciberseguridad’.

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