El constitucionalismo espera un paso en falso de los secesionistas para formar gobierno

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Inés Arrimadas y Albert Rivera en el cierre de campaña de Ciudadanos (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Pese al aparente inmovilismo de Inés Arrimadas para intentar formar un gobierno constitucionalista en Cataluña, lo cierto es que Ciudadanos no renuncia a gobernar. 

La formación de Albert Rivera no tiene intención de tomar decisiones apresuradas y asume que es necesario esperar a enero, cuando está convocada la sesión de investidura en el Parlamento catalán.

El análisis es que el independentismo, ya muy fracturado, corre el riesgo de verse aniquilado en sí mismo, que los partidos del bloque-antes socios de Govern- pueden acabar presos de sus luchas personales y esos intereses, hacer que las negociaciones descarrilen.

Existen serias razones para considerar que Puigdemont no podrá ser investido-el reglamento pone en cuestión la investidura a distancia y si opta por regresar a España sería detenido-pero también, para creer que las resistencias de Junts per Catalunya pueden impedir que en su lugar lo sea Oriol Junqueras. Además, los independentistas ya planean ciertas decisiones de dudosa legalidad-una reforma del reglamento parlamentario-que serían recurridas por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional e impugnadas por los grupos.

Así las cosas, en el partido naranja se destacan las enormes discrepancias entre los socios y la «guerra por desgaste» que puede librarse de aquí a las próximas semanas. Aún en el supuesto de que la investidura prosperase, la legislatura, concluyen también, nacería ya prácticamente muerta y sin recorrido.

En los últimos días, el PP ha intensificado la presión hacia el partido de Rivera para que se presente a la investidura. «No es bueno que alguien que gana las elecciones tire la toalla, es un error. Tiene que reivindicar su victoria y las consecuencias de ella», consideró el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando.

«Es difícil que los constitucionalistas podamos formar gobierno. Esa es la verdad. Pero si hay una mínima oportunidad la aprovecharemos cuando sea el momento. Hay que estar atentos y alerta porque no se puede dar nada por perdido», opinan los de Rivera.

El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, dejó claro esta semana que «hay que formar Gobierno con fuerzas constitucionalistas y que estas suman lo que suman», pero no cerró la puerta a intentarlo si no hay acuerdo entre el independentismo.

La clave es aguantar, confían, porque la situación puede cambiar en solo unos meses. Se trata de medir los tiempos y calcular las fuerzas, concluyen.

Por ahora, la incertidumbre se centra en la investidura de Carles Puigdemont. El ex presidente valora con sus asesores todos los escenarios: desde una investidura por plasma, forzando el reglamento del Parlament, hasta su regreso a Cataluña. Decisión, esta última, que cobra fuerza en el caso de que Oriol Junqueras quede en libertad el próximo 4 de enero, cuando declara de nuevo en el Supremo.

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