Rubalcaba impartirá una conferencia sobre el PSOE y la monarquía en plena revuelta independentista

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Alfredo Pérez Rubalcaba. (Foto: Enrique Falcón) | Disolución ETA

El ex vicepresidente del Gobierno y ex ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, impartirá una conferencia para analizar el papel del PSOE y la monarquía dos días después de la Diada, es decir, en plena revuelta independentista.

Rubalcaba hablará el 13 de septiembre con motivo de la primera cátedra sobre monarquía parlamentaria que promueve la Universidad Rey Juan Carlos. El histórico socialista explicará, en el segundo semestre que se imparten estas conferencias, cómo ha sido la relación entre su partido (de tradición republicana) y la monarquía hasta que el Rey Juan Carlos tomó la decisión de abdicar en favor de su hijo Felipe VI y el futuro de ambas instituciones.

Rubalcaba estará acompañado de otro socialista que, precisamente es el director de esta cátedra, el ex portavoz socialista en el Senado Juan José Laborda. Asimismo, participarán tres ponentes de la Constitución como son Miguel Herrero de Miñón, el miércoles 4 de octubre, que hablará sobre las cuestiones presentes de la monarquía parlamentaria; Miguel Roca, el 15 de noviembre, que tratará la reforma constitucional y explicará cuáles son sus límites y José Pedro Pérez Llorca, el 29 de noviembre, todavía tiene el título de su ponencia sin cerrar, según confirman desde la universidad.

Rubalcaba hablará sobre el PSOE, el Rey, el sistema de partidos, el modelo territorial, el régimen parlamentario y el sistema electoral dos días después de la tradicional Diada en Cataluña donde, en las anteriores, se han quemado fotos del monarca en ‘rebeldía’ y apoyo a una futura república. Precisamente esta Diada, según aseguran desde la Generalitat, será la última «que formamos parte de España».

La última ‘Diada’ en España

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha hecho un llamamiento masivo para que los ciudadanos catalanes salgan a la calle en apoyo al referéndum para la independencia. El ejecutivo catalán ideó delegar toda la responsabilidad de estos actos en las asociaciones independentistas, Ómnium Cultural y la ANC, para que no recaiga ninguna responsabilidad jurídica en los diputados ni en la Generalitat. Desde estas instituciones ya están avanzando algunos de los actos y «otros serán sorpresa», apuntan, para no prevenir ni al Gobierno ni al Tribunal Constitucional.

Las dos asociaciones preven dibujar una cruz gigante con el símbolo ‘+’ para escenificar que los catalanes se suman a la independencia en el cruce entre el paseo de Gracia y la calle Aragón de Barcelona. Dos de las arterias principales de la ciudad condal que permanecerán cortadas durante esta festividad. El acto irá acompañado de humo de colores para representar el camino recorrido hasta ahora e irá acompañado de la palabra ‘sí’, según apuntan fuentes de la organización.

En 2016 la disparidad en las cifras de asistencia desató un cruce de acusaciones entre la Generalitat y el Gobierno central. Los organizadores cifraron la manifestación en un millón de personas, mientras que la policía aseguró que había 800.000 asistentes y la delegación del Gobierno en Cataluña 370.000 personas. Los actos fueron descentralizados y tuvieron lugar en Barcelona, ​​Berga, Lleida, Salt y Tarragona.

En 2015 un puntero recorrió una avenida llena de manifestantes con camisetas de varios colores, que simbolizaban las bases del supuesto nuevo Estado; mientras que en 2014 los asistentes hicieron una ‘V’ con los colores de la bandera en la Gran Vía de Barcelona y en la avenida de la Diagonal. En 2013 la llamada Vía Catalana consistió en una cadena humana en la línea litoral del mapa de Cataluña. «Habrá muchas sorpresas», señalan los organizadores para animar a los catalanes a que salgan a la calle y reforzar el discurso de independencia que piden las fuerzas nacionalistas.

El discurso independentista hace aguas en Madrid. Puigdemont envió una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para advertirle que ya era hora de «sentarse a la mesa» y negociar. La ‘calma mariana’ de Rajoy no le impidió contestarle este mismo jueves para señalar que todo lo que esté fuera de la legalidad no está en su mano por lo que no tendría nada de lo que hablar ante un supuesto referéndum pactado, como quieren los nacionalistas.

De nuevo sin apoyos, tanto ERC como PDeCAT siguen insistiendo en que sacarán a pasear el ‘plan B’, la vía unilateral, si el Gobierno central no responde a sus súplicas inconstitucionales. Sin embargo y hasta que se deciden, los radicales de la CUP ponen más palos en la rueda nacionalista insistiendo, como si de un disco rallado se tratara, en que sin pregunta ni fecha su órdago no es creíble. La escenificación independentista también continúa en el Parlamento catalán pidiendo habilitar la segunda quincena de agosto para aprobar las famosas leyes de desconexión.

Lo que ha variado es la actitud del PP con respecto al Gobierno. Desde Moncloa expresan la más absoluta serenidad señalando que la Justicia actuará en el momento que vea algo inconstitucional. Sin embargo, en Génova parecen nerviosos con el tema hasta el punto que la ministra de Defensa y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, avivó comparando la actitud de Puigdemont con un ‘golpe de Estado’. Una debilidad del PP bien aprovechada por el relato nacionalista. Incluso, desde el PDeCAT han pedido su comparecencia para seguir avivando la llama y ganando tiempo de cara al adelanto electoral.

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