Espinar envía una carta interna a la militancia en la que considera fracasada la estrategia de Errejón

No hay tregua en la batalla para Vistalegre II, la Asamblea que el próximo año renovará el liderazgo y proyecto de Podemos.

El recién elegido secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, no ha desaprovechado ni una semana de su estrenado mandato para remitir una carta interna a los inscritos en la Comunidad de Madrid en la que critica la estrategia seguida hasta ahora por el partido-dirigida por el número dos, Íñigo Errejón- y avanza su disposición a corregirla.

En la carta, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, Espinar considera que el partido no ha sido capaz de conectar con sus bases y afirma que esta será su prioridad. Aunque sin mencionarlo, las alusiones al fracaso de la táctica que hasta ahora ha seguido el partido suponen una rectificación a toda la estrategia ‘errejonista’ y una promoción soterrada del sector ‘pablista’ de cara a esa Asamblea, prevista inicialmente para comienzos de 2017.

Las referencias de Espinar a las bases son una constante. La misma estrategia de Iglesias, que ha convertido la movilización callejera y la apelación al «poder popular» en la vértebra de su discurso.

«Podemos en la Comunidad de Madrid tiene que asumir que, durante tres años, son los y las militantes quienes han hecho posible este proyecto. Los círculos, los activistas y la entrega generosa de quienes trabajan colectivamente por resolver los problemas de sus barrios y pueblos, son el hormigón de este proyecto político. Hasta hoy, no han tenido voz en las cuestiones centrales ni la orientación general de Podemos», dice en uno de sus párrafos. En este sentido, Espinar anuncia un nuevo órgano, la «Asamblea Ciudadana en Movimiento», como «mecanismo de participación» para que los «activistas» puedan fijar cada año la hoja de ruta de la organización.

En la misiva, Espinar apuesta además porque los problemas sociales «que se  viven como individuales» pasen a ser «colectivos». Para ello, dice en una nueva crítica a la estrategia ‘errejonista’,  «se requiere de una implantación en los barrios y pueblos que no hemos sido capaces de construir hasta el momento».

En las insistentes alusiones de Espinar al «poder popular» se recupera incluso la esencia quincemayista.  «Un 15 de mayo de 2011 aprendimos, en las plazas, que la Historia no está escrita en los libros y pertenece al pasado, sino que podemos hacerla con las manos cada día», concluye la carta, en la que se hace una decidida apuesta por las candidaturas de «unidad popular», que en su día generaron recelos entre los ‘errejonistas’.

Espinar avisa además de que «los documentos, el Consejo Ciudadano y el proceso por el que se han elegido ya no son de quienes los presentaron, sino de toda la organización». La alusión a «los documentos» genera también fricciones con la candidatura de Errejón para la Comunidad, liderada por Rita Maestre y Tania Sánchez, ya que, en la primera fase de las votaciones, éstas recibieron más apoyos en nueve de los documentos que se sometían al escrutinio de los inscritos, entre ellos el modelo organizativo, la relación con las confluencias o el de feminismos. La candidatura de Espinar sólo ganó en lo referente al proyecto político-estratégico.

La carta supone en sí misma un arma propagandística de cara a la lucha por el liderazgo dentro de Podemos, que confrontará con intensidad los dos modelos de entender el partido: por un lado, el ‘revolucionario’ de Iglesias, partidario de agitar la calle y de los movimientos de ‘desobediencia’-como ya ha ocurrido en varios plenos en el Congreso- por otro, el más pragmático de Errejón, para quien es prioritario hacer política desde las instituciones.