Iglesias propone acabar con las donaciones anónimas a los partidos y se olvida de su crowfunding

Pablo Iglesias ha incluido dentro de su plan de gobierno una serie de medidas que ya habían sido presentadas en otras ocasiones. Entre ellas ha hecho mención a la prohibición por parte de los partidos de recibir donaciones privadas. El partido que hoy ha llevado la moción de censura al hemiciclo, cuenta con una importante fuente de financiación privada: el crowfunding. 

«Es necesaria una nueva ley de financiación de partidos políticos que incluya a las fundaciones y asociaciones vinculadas a los partido, que limite el endeudamiento bancario, que establezca restricciones a las donaciones de inmuebles y que termine con las donaciones anónimas», comentó el secretario general de Podemos. 

El crowfunding se define como  aquella “cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos, se suele utilizar Internet para financiar esfuerzos e iniciativas de otras personas u organizaciones”. Para hacer una donación de este tipo no es necesaria la presentación de documentos acreditativos que asocien la cantidad a una persona física.

El Tribunal de Cuentas llegó a cuestionar la financiación del partido morado al no poder identificar a aquellos que ofrecieron donaciones a Podemos durante sus campañas electorales.

Además, la Ley de Financiación de Partidos establece tres limitaciones a las donaciones privadas a los partidos. Las formaciones políticas no pueden recibir «donaciones anónimas, finalistas o revocables», tampoco «donaciones procedentes de una misma persona superiores a 50.000 euros anuales» ni «donaciones procedentes de personas jurídicas y de entes sin personalidad jurídica».

Podemos, que siempre tuvo por bandera su negativa a la financiación por parte de los bancos, pretende acabar con algo que ya está regulado por la Ley de Financiación de Partidos. Sin embargo, el partido de Pablo Iglesias tiene unos altos ingresos que provienen del crowfunding y que, por lo tanto, están asociados a donaciones privadas.

Iglesias ha gastado casi una hora de su discurso en repetir los argumentos que Irene Montero había expuesto anteriormente. El secretario general se sale, por lo tanto, del papel que se le había encomendado. El dirigente del partido morado tenía previsto presentarse con una imagen más presidenciable y alejarse del discurso agresivo con el que suele subir al atril del hemiciclo, sin embargo, terminó actuando como refuerzo del discurso de Montero que ha durado más de dos horas.