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Tu móvil es la clave: pueden multar a tu empresa con 7.500 € si te hacen esto

desconexión digital
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En los últimos años, el concepto de desconexión digital ha ganado una gran relevancia debido a las consecuencias del estrés laboral y la creciente dependencia de las tecnologías. La pandemia aceleró el teletrabajo, lo que llevó a muchas personas a experimentar una creciente dificultad para separar la vida personal de la laboral. Si bien la digitalización y el trabajo remoto ofrecen muchas ventajas para cualquier tipo de empresa, también presentan desafíos como el burnout, una condición relacionada con el agotamiento extremo causado por el estrés crónico en el trabajo.

Por esta razón, las autoridades han tomado medidas legales para garantizar que los trabajadores puedan disfrutar de su tiempo libre. La Ley Orgánica 3/2018, también conocida como la Ley de Protección de Datos y Garantías de los Derechos Digitales, establece un derecho fundamental para los empleados en España: la desconexión digital. Este derecho asegura que los trabajadores no estén obligados a responder correos electrónicos, mensajes de WhatsApp o llamadas fuera de su horario laboral. De no cumplirse esta normativa, las empresas pueden recibir multas de hasta 7.500 euros.

Derecho a la desconexión digital

En la actualidad, el concepto de desconexión digital ha adquirido una gran importancia debido a la creciente interdependencia entre la tecnología y las relaciones laborales. Con la digitalización de la mayoría de las actividades profesionales, muchas personas se han visto atrapadas en una jornada laboral que no tiene fin.

Es habitual recibir mensajes de trabajo fuera del horario laboral, ya sea a través de correos electrónicos, aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp o incluso llamadas telefónicas. Esta tendencia ha derivado en un desgaste mental y físico conocido como burnout o agotamiento laboral.

El derecho a la desconexión digital surge como una respuesta a este problema. Esta legislación pretende proteger el bienestar emocional de los trabajadores y asegurar que tengan la posibilidad de disfrutar de su tiempo libre, sin la constante presión de estar disponibles para el trabajo. En 2018, España aprobó la Ley Orgánica 3/2018, que garantiza a los empleados el derecho a desconectar fuera de su jornada laboral.

Sin embargo, no todo es tan sencillo. A pesar de que el derecho a la desconexión se ha reconocido legalmente, aún existen muchas empresas que no cumplen con esta normativa, bien por desconocimiento o por la naturaleza de su sector. Por ejemplo, en sectores como la tecnología, las finanzas o el comercio, es común que los empleados reciban correos electrónicos fuera de horario o que se les llame por teléfono durante los fines de semana.

Sanciones

La ley establece que, en caso de que una empresa no respete el derecho de sus trabajadores a la desconexión digital, se podrán aplicar sanciones. Estas sanciones varían en función de la gravedad de la infracción y de si existe una reiteración del incumplimiento. La Seguridad Social ha identificado tres niveles de infracción: leve, media y grave.

Aunque España fue uno de los primeros países en legislar sobre el derecho a la desconexión digital, otros países europeos también han comenzado a adoptar medidas similares.

Francia, por ejemplo, fue pionera en esta legislación en 2017, obligando a las empresas con más de 50 empleados a establecer normas internas que garanticen que los trabajadores puedan desconectar fuera del horario laboral. Desde entonces, otros países como Italia, Portugal y Bélgica han seguido el ejemplo, implementando regulaciones que garantizan el derecho a la desconexión, especialmente en lo que respecta al teletrabajo.

En Alemania, aunque no existe una legislación formal sobre el derecho a la desconexión, muchas empresas han adoptado políticas internas que limitan las comunicaciones fuera de las horas de trabajo. Firmas como Volkswagen y BMW, por ejemplo, tienen reglas internas que regulan cuándo y cómo se pueden hacer llamadas o enviar correos electrónicos a los empleados fuera del horario laboral.