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Economía
Edad de jubilación

Ni a los 67 ni a los 69: ésta es la edad a la que se va a jubilar la próxima generación y no pinta bien

En el pasado siempre que hablaba de la edad de jubilación, solía decirse que esta se alcanzaba a los 65 años. Sin embargo, ya hace unos años que ese tope ha cambiado y actualmente se fija en 67 años en el caso de no llegar a los años de cotización exigidos. Pero puede llegar a más e incluso puede que alcance los 69 años o más. Algo que deberá asumir la próxima generación y que sinceramente, no pinta demasiado bien.

De este modo, la idea de poder jubilarse a una edad razonable se está desdibujando. No porque la gente quiera trabajar más (aunque algunos casos existen), sino porque el sistema no está preparado para otra cosa. Y lo cierto es que ya hay datos al respecto como los de un estudio del Ivie y la Fundación BBVA que pone los números sobre la mesa, y no son precisamente alentadores: si no se ha cotizado lo suficiente, la jubilación se retrasaría hasta los 71 años.¿Pero quién está preparado para seguir trabajando a esa edad? Porque una cosa es mantenerse activo. Y otra muy distinta es depender de un sueldo a los 70 porque no llegas a fin de mes si no lo haces.

¿Qué está pasando para que se retrase la edad de jubilación?

El punto clave está en los años cotizados. Hoy por hoy, para jubilarse a los 65 años y cobrar el 100% de la pensión, hay que haber cotizado 37 años y 9 meses. Es decir, que como muy tarde debes haber comenzado a trabajar a los 27 o 28 años, e incluso antes.

Entonces todo lo que sea más tarde ya se convierte en un problema. Porque si uno no empieza hasta pasados los 30, que aunque parezca algo descabellado puede darse el caso, y debes tener cotizados casi 40 años, pues ya te estás yendo a partir de los 70.

Y como decimos, no es algo tan raro aunque lo parezca. Según el mencionado estudio que ha llevado a cabo el Ivie y la Fundación BBVA, quienes lleguen a la jubilación con sólo 30 años cotizados tendrán que esperar hasta los 71 para cobrar una pensión similar a su último sueldo. Mientras que quienes tengan 35 podrán retirarse, con suerte, a los 68. Una brecha que parece pequeña, pero que en realidad son tres años más con el cuerpo que lo más seguro es que ya esté pidiendo algo de descanso.

Las reformas del sistema de pensiones que alargan la edad de jubilación

Desde hace años se vienen haciendo ajustes en el sistema de pensiones. Por ello se han producido cambios para aumentar la edad de jubilación, exigir más años cotizados, o también, cambiar el cálculo de la pensión. Todo con el argumento de hacer el sistema más sostenible. Pero ¿sostenible para quién?

En 2027, por ejemplo, la edad legal de jubilación subirá a los 67 para quienes no hayan cotizado al menos 38 años y medio. Y no sólo eso: para cobrar la pensión completa, habrá que tener 37 años cotizados. Y en el caso de no llegar, más de una persona seguro que optará por lo dicho, seguir trabajando tres años más hasta llegar a los 70 e incluso más.

Además, en 2044 entrará en vigor un nuevo sistema para calcular la pensión: se usarán los 27 mejores años dentro de los últimos 29. ¿Qué significa eso? Que si has tenido altibajos laborales (y casi todos los hemos tenido), tu pensión será menor. Especialmente si tus mejores años quedaron atrás.

El problema es que estas reformas no se adaptan a la realidad actual del empleo. Se diseñan como si todo el mundo tuviera carreras laborales lineales, estables, sin interrupciones. Y eso, hoy, es casi una utopía. La mayoría ha pasado por rachas de paro, autónomos sin ingresos, trabajos mal pagados y a la larga, y con el computo de los años puede que nos afecte a la hora de jubilarnos.

¿Y si la única salida es el ahorro?

Ante este panorama, la solución parece clara: ahorrar. Montarte un plan privado, invertir, heredar, lo que sea que te permita no depender sólo de la pensión pública. Pero de nuevo hay que ser realista ya no todo el mundo puede.

Ahorrar cuando tienes un alquiler que se lleva medio sueldo, cuando todo sube menos tu nómina o cuando tienes hijos que mantener, es una tarea casi imposible. Y eso por no hablar de quienes ni siquiera tienen un contrato estable o viven con ingresos justos. Para muchos, el ahorro es un lujo.

Según el mismo estudio, sólo quienes logren cotizar 40 años y se retiren a los 65 alcanzarán una tasa de reemplazo del 90%. Es decir, que su pensión se parecerá bastante a su último sueldo. Pero si has cotizado 35 años, tendrás que trabajar hasta los 68 para conseguir lo mismo. Y con 30 años cotizados, la cosa se alarga hasta los 71. Así de crudo.

Por eso, cada vez se habla más de educación financiera y de fomentar el ahorro desde jóvenes, aunque para estos el problema actual ya sea encontrar trabajo y otras muchas cuestiones, como el acceso a una vivienda.