Telefónica cierra la venta de Telxius y la fusión de O2 y reduce la deuda a 27.000 millones de euros
José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, ha conseguido cinco años después de llegar al poder reducir la deuda a los niveles de sus competidores en el sector. Este martes la compañía ha obtenido los apoyos regulatorios para la venta de Telxius a American Tower por 7.700 millones y, además, ha cerrado la fusión en Reino Unido de su filial O2 con Liberty, lo que le va a permitir reducir la deuda en 8.400 millones de euros. La deuda quedará reducida por tanto de los 35.796 millones de cierre de marzo a 27.396 millones de euros.
Las dos operaciones se daban por hechas en el mercado. Aún así, la acción de Telefónica se revalorizaba un 1,88% a media sesión, hasta los 3,88 euros.
Cuando Álvarez-Pallete llegó a la presidencia de Telefónica, en abril de 2016, la deuda superaba los 52.000 millones de euros y lastraba los objetivos de la compañía en cuanto a inversiones en nuevas tecnologías y nuevos mercados.
El objetivo, también en la etapa de César Alierta al frente de la operadora, ha sido desde entonces reducir la deuda a un ratio de tres veces el ebitda, algo que ahora será posible tras el cierre definitivo de las dos operaciones. Los cálculos de los analistas es que quedará en torno a las 2,5 veces, cifra que mejora las de rivales Vodafone -tres veces- y Deutsche Telekom, 3,1 veces.
Con este nivel de deuda las opciones para Telefónica mejoran. Según las cuentas de la compañía, en marzo la liquidez de la firma era de 19.664 millones de euros, entre generación de caja y líneas de crédito activas. Además, la deuda se acerca también al valor bursátil de la operadora, que supera ligeramente los 20.000 millones de euros.
Telefónica tiene pendiente realizar ingentes inversiones para desarrollar el 5G, una tecnología que ofrece nuevas opciones de negocio ilimitados. De hecho, la operadora tiene que acudir en las próximas semanas a las subastas de espectro en España, Reino Unido y Alemania.
Además, tiene que afrontar también la compra de Oi en Brasil, que está pendiente del visto bueno de los reguladores brasileños. Telefónica ha ofertado por este operador junto a Telecom Italia y Claro, la marca telefónica del millonario mexicano Carlos Slim.