Transporte

Táboas (Renfe) defiende poner peajes en las carreteras para promover el uso del tren

billetes de autobús
Un tren de Renfe.

El presidente de Renfe, Isaías Táboas, ha defendido este jueves una rebaja en los cánones que pagan al gestor de la infraestructura, Adif, para poder reducir el precio de los billetes y ha apostado también por los peajes en las carreteras para promover un mayor uso del ferrocarril, menos contaminante.

En un desayuno organizado este jueves por Executive Forum, Táboas ha advertido de que la liberalización del transporte de viajeros supone ganar público para la alta velocidad pero «tira» hacia abajo los precios y los ingresos, lo que, junto con el peso de los cánones y la subida del precio de la energía, «aumenta el reto» en la gestión de la compañía, porque los servicios comerciales no reciben ayudas públicas.

Una reducción del peso de los cánones -«ningún otro operador tiene un coste tan elevado», ha dicho- permitiría a Renfe recortar el precio del billete Madrid-Barcelona en 31 euros, en 16,5 en el Madrid-Sevilla y en 13 euros en Madrid-Valencia, además de ganar 1,5 millones de viajeros en esas tres líneas de alta velocidad.

El máximo ejecutivo de la compañía pública ha dicho que «si hubiera» peajes por el uso de la carretera, a partir de dos céntimos de euro por kilómetro ya se produce un trasvase de tráfico hacia el tren, aunque ha precisado que «no soy quién para hablar de peajes».

A modo de ejemplo, si en el tramo Madrid-Valencia el peaje en carretera fuera de cinco euros, produciría una reducción de las emisiones de CO2 de 13.000 toneladas anuales.

Imposible trasladar los precios de la luz

Táboas ha explicado que el coste de la energía se ha multiplicado por tres en la compañía -el primer consumidor de energía de España con un gigavatio anual- pero esa subida no se puede repercutir en el precio de los billetes «porque el mercado no lo aceptaría».

Ello, unido a los menores ingresos como consecuencia de la entrada de nuevos competidores en alta velocidad, plantea un reto de «sostenibilidad económica».

Para compensar el efecto de los precios de la energía Renfe invertirá 329 millones de euros en una red de plantas fotovoltaicas cercanas a las subestaciones de Adif, inversión que, con la precios actuales, recuperará en tres años, que podrían rebajarse a 1,5 si pudiera verter a la red la energía que no use.

La internacionalización

El presidente ha explicado que el gran reto pendiente es la internacionalización, tarea en la que «estamos en primaria» y para la que el Plan Estratégico que se extiende hasta 2028 prevé que proporcione el 10 % de los ingresos.

Al final de la vigencia de ese plan «probablemente pasemos a secundaria», pero «nos falta muchísimo para la graduación». Renfe tiene proyectos como el AVE entre La Meca y Medina (Arabia Saudí), otros en Estados Unidos y México pero el mercado de crecimiento «va a tener que ser Europa», sobre todo en el segmento de las Obligaciones de Servicio Público (OSP) ya liberalizado en el país galo y en Alemania.

También tienen interés en Portugal y en servicios comerciales «cuando podamos entrar en Francia», que se unirían al proyecto en Centroeuropa tras comprar el 50 % de la checa Leo Express, que le da entrada en mercados como la propia República Checa, Polonia, Eslovaquia y Alemania.

Al tiempo, Renfe aspira a captar al menos una parte de los 40 millones de viajeros internacionales que vienen cada año a España en avión (cifras de 2019) hacia zonas en las que hay AVE. Táboas ha revelado que en el verano de ese año sólo 500.000 extranjeros tomaron algún tren de Renfe y que en los meses de julio y agosto se quedaron vacías 650.000 plazas.

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