Herencias

Soy abogado y esto es lo que pasa si un heredero se niega a firmar la herencia: «Si decide…»

heredero herencia
Blanca Espada

Cuando llega el momento de gestionar una herencia, muchas familias descubren que el proceso no es tan sencillo como se puede pensar a priori. Aunque lo ideal sería que todos los herederos estuvieran de acuerdo y firmaran la aceptación sin problemas, en la práctica esto no siempre ocurre. ¿Qué pasa si un heredero decide no aceptar la herencia? ¿Se puede seguir adelante con el reparto de bienes o el proceso queda paralizado indefinidamente? Son dudas que pueden generar tensiones familiares y, en muchos casos, terminar en un conflicto legal.

El problema surge porque la aceptación de la herencia no es automática: cada heredero debe manifestar su voluntad de aceptarla o rechazarla. Si alguien se niega a firmar, puede bloquear el reparto y obligar a los demás beneficiarios a buscar soluciones. Dependiendo del caso, esto puede significar desde negociaciones hasta la intervención de un juez. Por eso, es fundamental conocer cuáles son los pasos legales a seguir y qué opciones existen para resolver esta situación. Además, en España, el reparto de una herencia puede complicarse aún más dependiendo de si existe o no testamento. Cuando hay testamento, el fallecido ya ha designado a los herederos, pero si no lo hay, será la ley la que determine quiénes tienen derecho a recibir los bienes. Sin embargo, en ambos casos, es imprescindible que todos los herederos expresen su decisión de aceptar o rechazar la herencia. De lo contrario, el proceso queda bloqueado y hay que recurrir a medidas legales para resolverlo.

¿Qué hacer si un heredero se niega a firmar la herencia?

Cuando un heredero se resiste a firmar, los demás beneficiarios pueden verse en una situación complicada. Afortunadamente, existen varias soluciones legales para desbloquear el proceso y continuar con la repartición de los bienes tal y como ha revelado al periódico La Razón, el  bufete de abogados Cervera Peláez-Campomanes

Intentar un acuerdo amistoso

Antes de dar cualquier otro paso, lo más recomendable es tratar de llegar a un acuerdo con el heredero que se niega a firmar. Puede que tenga dudas, que no esté de acuerdo con el reparto o que simplemente esté desinformado sobre sus derechos. En este caso, hablar abiertamente sobre la situación puede ayudar a encontrar una solución.

Una alternativa es negociar una adjudicación parcial de la herencia. Esto significa que se pueden repartir los bienes en los que todos estén de acuerdo y dejar para más adelante aquellos que generan conflicto. También se pueden proponer ajustes o compensaciones económicas para satisfacer a todas las partes. Si el diálogo no es suficiente, recurrir a un mediador profesional puede facilitar la negociación.

Si finalmente se logra un acuerdo, es recomendable plasmarlo por escrito y formalizarlo ante notario para que tenga validez legal.

Recurrir a la interpelación notarial

Si el heredero sigue sin firmar y no muestra intención de tomar una decisión, existe una herramienta legal que puede ayudar a desbloquear la situación: la interpelación notarial. Este procedimiento permite solicitar a un notario que envíe una notificación formal al heredero, dándole un plazo de 30 días para que decida si acepta o renuncia a la herencia.

Si al finalizar el plazo no responde, se entenderá que renuncia a la herencia. En ese caso, su parte pasará a otros herederos según lo establecido por la ley. La interpelación notarial es una solución rápida y efectiva para evitar que una herencia quede bloqueada por la indecisión de un heredero.

Aceptación de la renuncia del heredero

Si el heredero decide renunciar a la herencia, el proceso se simplifica considerablemente. En este caso, su parte de la herencia puede pasar a sus descendientes, si los tiene, o redistribuirse entre los demás herederos.

Es importante recordar que la renuncia a la herencia debe hacerse de manera formal, mediante escritura pública ante notario. Además, el heredero que renuncia debe ser plenamente consciente de las consecuencias de su decisión, ya que una vez hecha, no se puede revocar.

Acudir a la vía judicial

Si ninguna de las opciones anteriores funciona y el heredero sigue bloqueando el proceso, se puede recurrir a la vía judicial. En este caso, un juez será el encargado de decidir cómo proceder con el reparto de la herencia.

Este procedimiento puede implicar varias acciones, como solicitar que se excluya al heredero que no firma o nombrar un contador-partidor dativo. Este profesional, designado por el juez, se encargará de realizar un inventario de los bienes y repartirlos de manera equitativa entre los herederos que sí han aceptado.

El proceso judicial puede ser más largo y costoso, por lo que generalmente se recomienda agotarlas vías de negociación antes de recurrir a esta opción.

En conclusión, cuando un heredero se niega a firmar la aceptación de una herencia, puede generar un bloqueo en el proceso de reparto de bienes. Sin embargo, existen varias soluciones para resolver el problema sin necesidad de llegar a un juicio. La negociación es siempre la primera opción, pero si no es posible llegar a un acuerdo, se pueden utilizar herramientas legales como la interpelación notarial o la renuncia formal del heredero.

Si la situación no se resuelve por estas vías, acudir a los tribunales será la última alternativa. En este caso, un juez podrá tomar las medidas necesarias para garantizar que la herencia se reparta de acuerdo con la ley.

Lo más importante es actuar con información y asesorarse bien antes de tomar cualquier decisión, ya que las herencias pueden ser un tema delicado y con implicaciones legales que pueden afectar a todos los involucrados.

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