Los sectores más afectados por el alza del SMI a 1.000 euros pierden 35.000 afiliados en dos meses
Los afiliados en la Seguridad Social al régimen especial de los sectores agrario y de los empleados del hogar han descendido en casi 35.000 en enero y febrero, los dos meses que lleva en vigor la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 14 pagas de 1.000 euros mensuales -el Gobierno la aprobó definitivamente el 22 de febrero con efectos retroactivos desde el 1 de enero-. Mientras, el número de afiliados totales, sin tener en cuenta a los autónomos, ha crecido en el mismo periodo en 328.000 personas fruto de la mejora económica por el fin de la nueva variante de coronavirus.
De acuerdo con los datos facilitados este miércoles por el Ministerio de Inclusión, que dirige José Luis Escrivá, en febrero ha caído el número de afiliados en el sector agrario en 21.602 -en febrero pasado cayó en 3.955-, cifra que se suma a los 9.435 de enero. En total, en dos meses, algo más de 31.000 agricultores han dejado de cotizar a la Seguridad Social.
Según admitió el Gobierno a mediados de febrero, el sector agrario iba a ser el más afectado por la subida del salario mínimo hasta los 1.000 euros mensuales ya que un 40% de sus trabajadores tenían este salario.
En cuanto a los empleados del hogar, el número de afiliados ha caído en febrero en 519, que se suman a los 2.680 que se dieron de baja en enero. El resultado es que en los dos primeros meses de vida del nuevo SMI este sector ha perdido 3.200 empleados. La cifra entre los dos sectores roza los 35.000 en sólo dos meses, enero y febrero, de una importante creación de empleo.
Se trata de dos de los sectores que más afectados se encuentran por la subida del SMI, junto a la hostelería y el comercio. El Gobierno calcula que 1,4 millones de personas cobraban este salario mínimo y, pese a las advertencias de las patronales empresariales y hasta del Banco de España sobre sus efectos sobre el empleo menos cualificado, el Ejecutivo ha decidido subirlo este año hasta los 1.000 euros mensuales en catorce pagas.
Porque aunque en esta ocasión han sido 35 euros mensuales, el SMI acumula una subida del 36% desde 2018, lo que ahoga a las empresas más pequeñas que ya han tenido que afrontar la crisis del coronavirus. De hecho, ya hay ocho regiones donde es más alto que el salario medio. El Gobierno ha insistido en que el impacto de la subida del SMI en el empleo es mínimo, pero se ha negado a hacer público en febrero un informe que encargó hace meses precisamente para conocer el coste en trabajos de esta medida. Randstad cifró en septiembre pasado el impacto de esta medida en entre 60.000 y 130.000 empleos en dos años.
Reforma laboral
Además del impacto del alza del salario mínimo, el sector agrario va a tener que sufrir las limitaciones impuestas en la reforma laboral, como es la obligación de convertir en fijos los empleos temporales a las nuevas dificultades para contratar temporales.
Las pequeñas y medianas empresas también sufrirán además el fin del periodo de carencia de los créditos ICO en las próximas semanas, que recibieron para hacer frente a la falta de liquidez durante la pandemia.