Sánchez ha disparado la deuda en más de 30.000 millones desde que es presidente

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez en el avión Falcon. (Foto: Moncloa)
Borja Jiménez

La deuda del conjunto de las administraciones públicas cerró el pasado mes de julio -última cifra conocida- en 1,19 billones de euros, lo que supone 30.000 millones de euros más que cuando Pedro Sánchez llegó a la Moncloa tras la moción de censura sobre Mariano Rajoy, cuando el pasivo se situaba en los 1,16 billones.

El incremento del gasto en pensiones, la subida del salario a los empleados públicos, el aumento en el gasto de personal, la devolución del IRPF de maternidad y paternidad y todas aquellas medidas tomadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez no se han visto paliadas por un aumento en los ingresos, tal y como esperaban los socialistas, que siguen fiando la consecución de los objetivos presupuestarios a unas más que optimistas previsiones de ingresos. Además, el Gobierno sigue obviando por completo los múltiples síntomas de desaceleración.

Todo esto está llevando a que la deuda de las administraciones públicas siga creciendo a un ritmo más que preocupante. Para que se hagan una idea, los 30.000 millones de euros que el conjunto de los españoles debemos más respecto a cuando llegó Pedro Sánchez a la Moncloa es el equivalente al valor en Bolsa de grandes empresas como Endesa, BBVA o Telefónica.

El economista Daniel Lacalle recuerda a OKDIARIO que «con ingresos fiscales récord y tipos de deuda históricamente bajos, Sánchez va a incumplir las estimaciones más altas de déficit por culpa de los viernes de despilfarro y su política de gasto. Nos lleva a un déficit estructural creciente».

‘Saltarse’ los Presupuestos

El presidente en funciones, Pedro Sánchez, propuso hace apenas unos días ‘saltarse’ los Presupuestos Generales del Estado para aprobar inversiones de innovación y reindustrialización a largo plazo, lo que le permitiría gastar dinero público sin tener que contar con el visto bueno del Congreso y del Senado a las Cuentas Públicas.

El problema es que el líder del Ejecutivo, en solo un año, ya ha comprometido partidas de gasto público para los próximos gobiernos que lleguen, recurriendo a una partida presupuestaria con la que no se carga al déficit del año en el que se aprueban los pagos, sino que se tendrá que pagar en los próximos ejercicios: los gastos de carácter plurianual o plurianuales.

En solo un año, el Ejecutivo ha disparado las inversiones de carácter plurianual en más de 5.000 millones (concretamente 5.184 millones de euros). En total, los gastos comprometidos por el Estado a largo plazo superan los 300.000 millones de euros (exactamente 301.500 millones excluyendo los pasivos financieros), un dinero que deja con menos margen de maniobra a los próximos Gobiernos y que tendrán que asumir los españoles en el futuro.

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