Impuestos

Sánchez ataca a Netflix tras haber anunciado la creación de 25.000 empleos en Madrid

La productora no paga apenas impuesto de sociedades porque desvía los beneficios a su sede central en la Unión Europea, en este caso en Países Bajos. Pero los beneficios que genera a la economía nacional no acaban su pago de sociedades.

Sánchez ataca a Netflix tras haber anunciado la creación de 25.000 empleos en Madrid
Sánchez y Netflix

Ni Amazon, ni Facebook, ni Google, ni Apple, ni siquiera la ‘archivillana’ Uber de la que este diario adelantó su exigua factura de impuesto de sociedades en 2017. El auténtico ejemplo de poca colaboración fiscal que el presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez quiso señalar este lunes en el discurso de investidura fue Netflix. La productora californiana, que ha ‘roto’ el mercado televisivo español en los últimos tres años con su oferta de vídeo en streaming, pagaba apenas «3.146 euros».

Para Sánchez, Neflix paga poco impuesto de sociedades, y colabora en un sistema, según Sánchez, «insostenible y contra los más elementales principios de solidaridad y de responsabilidad fiscal».

Este torpedo en la línea de flotación de la productora californiana debe relativizarse: es cierto que Netflix no paga apenas impuesto de sociedades (como no lo pagan todas las ‘bigtechs’ mencionadas y muchas más). Pero no lo paga en virtud de acuerdos fiscales perfectamente legales que España ha firmado como miembro de la Unión Europea. Según las normas impositivas comunitarias, una empresa puede pagar los impuestos tan sólo «donde tenga presencia física» lo cual, en el mundo digital, permite que muchas compañías, principalmente estadounidenses, operen en todos los países de la Unión Europea manteniendo sus ‘headquarters’ en uno con impuestos bajos.

Luxemburgo, Irlanda y Países Bajos son las tres jurisdicciones de la Unión Monetaria elegidas por las multinacionales estadounidenses para pagar menos impuestos. Para operar en España, como en otros países, Facebook, Google, Amazon, Apple, Uber o Netflix apuestan por abrir tan sólo oficinas de representación, una suerte de compañías subsidiarias que, en la mayoría de los casos, tienen el derecho de explotación de la marca principal en el país y transfieren sus beneficios fuera. Pero para que este modelo se produzca no es necesario que haya al otro lado un país de fiscalidad ventajosa. Por ejemplo, Blablacar transfiere sus beneficios a Francia con un modelo muy similar.

Inversiones de Netflix

Además de Sociedades, hay que tener en cuenta otros beneficios que realiza una empresa multinacional en el mercado español. Y no hablamos solo para los consumidores. Por ejemplo, tal y como indicó Netflix a DiarioCritico, hace más aportaciones además del impuesto de sociedades: «Nuestro servicio está disponible en España desde 2015, pero no contábamos con una oficina en este país. Con el reciente compromiso de producción en España y el incremento significativo de la inversión en originales locales, en otoño de 2018, anunciamos que se trasladaría al equipo en Madrid para apoyar nuestra actividad en el país».

Los beneficios directos e indirectos en términos fiscales de que Netflix invierta en España no se quedan en la aportación del impuesto de sociedades

Se referían en la compañía californiana al anuncio de que están creando el gran centro de producción de series y películas en Tres Cantos (Madrid), Más de 25.000 personas (incluyendo repartos, equipos y extras) trabajarán en las producciones originales de Netflix en España en 2019, lo que aportará ingresos fiscales adicionales y en un impacto positivo general en la economía española. «Si contabilizamos las coproducciones la contribución aumenta», señala la empresa. Se desconoce cuánto invertirá Netflix en España, pues la opacidad de la empresa para este tipo de datos lo impide.

Sobre el pago de esos impuestos de 3.146 euros, nos aclaran: «Las sociedades a las que el reportaje hace referencia fueron creadas en 2018. El registro de estas entidades es un paso administrativo necesario para estos servicios. Hay que tener en cuenta que en 2018 estas entidades (de nueva creación) contaban con una actividad muy limitada».

IVA, cotizaciones

Por supuesto, la aportación de Netflix, como de otras compañías, no se queda en el impuesto de sociedades. Tal y como señalaba la compañía, «en 2018 más de 13.000 actores, técnicos y figurantes trabajaron directamente en proyectos originales de Netflix en España. Este año el número gira en torno a 25.000 empleos relacionados con la producción original: una cifra que irá en aumento a medida que sigamos invirtiendo en la creación de contenido español».

Es de suponer que la aportación de IVA es notable, así como el IRPF y las cotizaciones sociales de los trabajadores que se contraten.

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