Economía
Energía

La rehabilitación de edificios es clave para combatir la pobreza energética

La rehabilitación de edificios y la mejora de la eficiencia energética son medidas estructurales prioritarias para erradicar la pobreza energética. En un informe elaborado por la Cátedra de Sostenibilidad Energética de la Universidad de Barcelona (UB) y el Instituto de Economía de Barcelona (IEB) se compara las políticas de Alemania, Francia, Reino Unido, Portugal y España en este ámbito.

El estudio pone de manifiesto la necesidad de implementar medidas estructurales con repercusión a medio y largo plazo, que tengan en cuenta mejoras de eficiencia energética, las energías renovables y cambios en los comportamientos energéticos de los consumidores, con el fin de mejorar las políticas de lucha contra la pobreza energética.

«En Europa identificamos 50 millones de hogares en situación de pobreza energética, a los que podrían añadirse unos 4 millones más que no dan información sobre su situación»; y en España un 9,1% de los hogares tenía una temperatura inadecuada en 2018, y un 7,2% se retrasaba en el pago de las facturas», afirma María Teresa Costa-Campi, catedrática y directora del informe.

Según el estudio, la media de hogares con una temperatura inadecuada en la Unión Europea se situaba en el 7,3%, mientras que un 6,6% de los hogares se retrasaron en el pago; en Portugal estos porcentajes son del 19,4% y el 4,5%, respectivamente; en Francia del 5% y 6,4%; en Reino Unido del 5,4% en ambos casos; y en Alemania del 2,7% y 3%.

Diferencia en las medidas

El análisis de estos cinco países europeos indica también que, aunque la mayoría de Estados reconoce el problema de la pobreza energética y la necesidad de abordarla para asegurar una transición energética justa e inclusiva, no todos afrontan esta realidad socioeconómica de la misma manera.

Así, el informe constata que España, Francia y el Reino Unido son los países que cuentan con las líneas de actuación más completas contra la pobreza energética, mientras que Alemania potencia la implementación de medidas conductuales para proteger a los consumidores vulnerables.

De las políticas de pobreza energética aplicadas en España, el estudio destaca como fortalezas la ayuda inmediata al pago de facturas a través del bono social eléctrico y térmico, así como la implementación de medidas a más largo plazo, como la rehabilitación energética.

El estudio también recoge las principales políticas implantadas para dar respuesta a la pobreza energética durante la pandemia del covid-19 -prohibición de la desconexión, pagos personalizados y subsidios o descuentos- e indica que sólo España y Portugal tienen implementadas las cuatro medidas.

Estándares de máxima eficiencia 

Según Costa, para combatir la pobreza energética es importante fomentar el cumplimiento de estándares de máxima eficiencia energética y promover el autoconsumo, pero al mismo tiempo es necesario evitar que las actuaciones sean una carga económica más para los hogares vulnerables.

Por eso, la catedrática y directora del estudio ha sostenido que se deben establecer mecanismos de financiación viables adaptados a las circunstancias de los hogares vulnerables y ha afirmado que las ayudas y medidas se deben vehicular aprovechando las tecnologías de la información y el conocimiento de los agentes sociales.

Así, ha instado a una mayor coordinación entre entidades públicas, privadas y sociales, y ha defendido fomentar el acceso a una información armonizada, relevante, sistematizada y actualizada, y aprovechar el potencial que ofrece la tecnología de medición del consumo energético como base de información.

En este sentido, varias expertos han considerado sumamente importante que existan comunidades y empresas que trabajen con la sociedad civil y las instituciones públicas y ha defendido soluciones basadas en las energías renovables, el conocimiento detallado de cada caso y mejoras estructurales a largo plazo como la renovación de edificios.

Ha recordado que 800.000 viviendas sociales en Europa necesitan ser reformadas, y está convencida que las ayudas europeas para afrontar la pandemia del coronavirus y las medidas incluidas en el Pacto Verde Europeo ayudarán a combatir de manera homogénea la pobreza energética.