También se desacelera la creación de empleo

La reforma laboral de Díaz frena las horas de trabajo: son un 0,7% menos que antes de la pandemia

Yolanda Díaz
Yolanda Díaz. Foto: Europa Press.

La contra reforma laboral del Gobierno impulsada por la vicepresidenta Yolanda Díaz está frenando el número de horas trabajadas, que está todavía un 0,7% por debajo del último trimestre de 2019, antes de la pandemia, según los últimos datos de Contabilidad Nacional. Adicionalmente, los cambios en el mercado de trabajo inducidos por el Ejecutivo con el argumento de acabar con la contratación temporal, y de los que tan orgulloso se siente el presidente Sánchez, están igualmente reduciendo el ritmo de creación de empleo, que sería mucho más intenso de no haberse eliminado la flexibilidad anterior fortaleciendo, en sentido contrario, la rigidez.

El empleo se está recuperando de una «forma importante», pero los ritmos de crecimiento están desacelerándose, ya que estaba creciendo al 5,5% y ahora lo hace al 3%, aseguró recientemente Íñigo Fernández de Mesa, presidente del Instituto de Estudios Económicos. Otros analistas consultados, como el economista José Luis Feito, explican que con un aumento del PIB del entorno del 4%, como se acabará este año, la creación de puestos de trabajo debería ser muy superior a la actual. Esta situación empeorará dramáticamente en 2023 porque si como pronostican la mayoría de los organismos internacionales y los principales servicios de estudios del país la actividad sólo aumenta en el entorno del 1%, o incluso menos, «se empezarán a destruir puestos de trabajo».

El hecho de que España sea el único país de la Unión Europea que todavía no ha recuperado el PIB anterior a la pandemia -este año todavía acabará 2,2 puntos por debajo y sólo igualará aquel registro en 2024- tiene que ver con la brusca caída de la actividad experimentada en 2020, también la mayor del Continente. Ese año aciago, con el Covid haciendo estragos, la producción se hundió un 10,5%, marcando un suelo imbatido entonces, en términos comparados, como consecuencia directa de la estrategia equivocada seguida para combatir el virus, que consistió en el cierre de todos los sectores productivos, de manera completa y por mucho más tiempo que en el resto de los estados.

Pero la contra reforma laboral, con su empeño en el reforzamiento de la negociación colectiva, el aumento del poder de los sindicatos, la prohibición de facto de la temporalidad así como el incremento espectacular del Salario Mínimo Interprofesional ha tenido efectos opuestos a los deseados, desincentivando la contratación, que podría haber crecido a mucha mayor velocidad de no ser por las consecuencias disuasorias del proyecto emprendido por Díaz, que irónicamente contó con el apoyo de la patronal CEOE, para disgusto de confederaciones sectoriales tan importantes como Anfac (sector del automóvil), Asaja (que agrupa al sector agrario), la organización catalana de Fomento del Trabajo y también Cepyme -que reúne a las pequeñas y medianas empresas-.

Las consecuencias indeseables de la contra reforma laboral han impactado de manera notable sobre el número de horas trabajadas, al encarecer el coste laboral, además de por el alto SMI y las subidas salariales pactadas en los convenios, por el aumento de las cotizaciones sociales y del conjunto de impuestos que afectan a las empresas, según los analistas consultados. La parte teóricamente positiva de esta combinación de circunstancias -más empleo y menos horas trabajadas- es que ha subido la productividad, «pero esto es un vano consuelo, teniendo en cuenta la tasa de paro en España, también entre las más altas de la OCDE», apuntan los medios consultados. El Instituto de Estudios Económicos prevé que el desempleo se instale y consolide en 2023 en el 13% de la población activa. Funcas -la Fundación de Cajas de Ahorros- opina que se situará en el 12% el próximo año.

Lo último en Actualidad

Últimas noticias