La realidad de las pensiones: la deuda del sistema ha subido 81.200 millones desde que gobierna Sánchez
La deuda de la Seguridad Social asciende a 116.170,9 millones de euros a cierre de septiembre
La nómina de las pensiones ha superado por primera vez los 12.000 millones de euros mensuales este noviembre, más de 25.000 millones por la paga extra a los jubilados, lo que agudizará la deuda del sistema de la Seguridad Social, que se ha situado en 116.170,9 millones de euros a cierre de septiembre según los datos publicado por el Banco de España. Eso supone que ha subido un 9,8% sobre el año anterior. La evolución de la deuda del sistema de pensiones es espectacular: desde que gobierna Pedro Sánchez, junio de 2018, ha subido en 81.282 millones de euros.
La deuda de la Seguridad Social en junio de 2018 era de 34.888 millones de euros, mientras que en diciembre de 2011, cuando Mariano Rajoy llegó al poder, era de 17.168 millones. Si a eso le sumamos también la hucha de las pensiones, que descendió en 58.000 millones en los casi ocho años de gobierno del PP, la deuda se incrementó en unos 75.000 millones de euros con Rajoy.
El motivo no es otro que la decisión de Sánchez de subir todas las pensiones como mínimo con el IPC, tanto las más altas como las más bajas -las de viudedad hasta un 14% y las no contributivas hasta un 7% en 2023-. Mientras, los ingresos, pese a la subida de las cotizaciones sociales a trabajadores y empresas y la mejora del número de afiliados a la Seguridad Social, no son suficientes para contener los gastos y reducir la deuda del sistema.
Como ha publicado este diario, mientras el Gobierno presume de que la pensión de jubilación media se acerca a los 1.500 euros mensuales, el agujero de la Seguridad Social medido sólo en términos de gastos e ingresos se va incrementando hasta rozar los 29.000 millones de euros, 10.000 millones más que cuando Sánchez llegó al poder.
Y eso que las inyecciones de capital por parte del Gobierno a la Seguridad Social de fondos de la Administración central se han disparado en un 55%. El Gobierno modificó la ley para que prestaciones que antes pagaba la Seguridad Social ahora se carguen a los Presupuestos Generales -como las no contributivas-. Este año estas transferencias superarán los 34.000 millones de euros.
Hay que subrayar también que el número de pensionistas ha crecido. La nómina de las pensiones en noviembre ha subido un 6,7% sobre el año anterior, según datos del propio Ministerio de Seguridad Social, mientras que el número de pensiones pagadas se ha incrementado en un 2,1%.
La situación puede empeorar en 2025. El incremento de las pensiones que decrete el Gobierno apunta a más de un 3%, cifra que tendrá que ser superada por los ingresos para poder reducir la deuda e ir llenando la hucha de las pensiones, como pretende Sánchez, para pagar la pensión de los baby boomers.
Las cotizaciones sociales volverán a subir en 2025, en virtud del llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), del 0,7% al 0,8%, que asumirán los empresarios en un 0,67% -el resto, el trabajador-. Y el número de afiliados a la Seguridad Social, aunque menos que este año, también está previsto que suba por la evolución positiva del PIB. Esto, y la propia subida de las pensiones, sueldos de los funcionarios y SMI, tendrá su impacto en los ingresos.
El ex ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ahora gobernador del Banco de España, ha asegurado que la sostenibilidad del sistema de pensiones está garantizado por la cláusula de salvaguarda, que obliga al Gobierno a tomar medidas si el gasto supera el 13%. La AIReF tiene que evaluar las cifras en 2025 y el Gobierno podría tener que hacer recortes o subir más las cotizaciones si no se cumple.
El Gobierno ha tratado de reducir la factura premiando la jubilación demorada y recortando la anticipada. Ahora, las jubilaciones anticipadas se han reducido -son el 30%, frente al 40% en 2019- y las personas que deciden seguir trabajando después de cumplir su edad de jubilación se han ampliado -9,4% frente al 4,5% de 2019-. En cualquier caso, se trata de cifras muy modestas que impactan de forma importante el sistema: la edad media de jubilación es ahora 65,2 años, frente a los 64,4 años de 2019.