Los profesionales de Indra recaudan cerca de 270.000 euros para hacer frente al Covid-19

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La crisis del coronavirus está provocando una crisis humanitaria y económica sin precedentes. Millones de españoles en peligro de exclusión, niños y adolescentes en riesgo de pobreza y sin acceso a la educación y, fuera de nuestras fronteras, países donde apenas se dispone de asistencia sanitaria.

Indra es una empresa socialmente responsable consciente desde el primer momento de la necesidad de contribuir a la sociedad en estos momentos y también de dar respuesta a las inquietudes solidarias de sus profesionales. “Desde el inicio de la pandemia hemos puesto en marcha numerosas iniciativas como parte de nuestra acción social, pero buscando, además, impulsar la participación activa de nuestros profesionales”, señalan desde Indra. “Queremos escuchar, canalizar y atender los intereses e inquietudes de nuestros empleados, estar cerca de ellos, para ayudarles a contribuir a la sociedad”, añaden.

Con ese objetivo en mente, la compañía lanzó a mediados de mayo un crowdfunding solidario bajo el lema “Tiempo de acercarnos”, en el que durante 15 días los profesionales de Indra en España han podido elegir uno o varios proyectos entre una decena definida conjuntamente por Indra y 10 importantes ONGs reconocidas por su labor social. Los trabajadores han podido hacer su aportación económica voluntaria de forma sencilla y transparente y contribuir, de ese modo, a mejorar la situación de los más vulnerables en la crisis del coronavirus.

Para respaldar el esfuerzo de sus profesionales Indra ha aportado a cada entidad el mismo importe con el que han colaborado sus profesionales, alcanzando una donación total conjunta de cerca de 270.000 euros. Es decir, por cada euro donado por el profesional, Indra ponía otro euro. El objetivo era multiplicar el impacto positivo de sus profesionales en los beneficiarios de las ayudas: niños y familias en riesgo, personas y familias con carencias de alimentación, niños y adolescentes vulnerables con necesidades de formación y conectividad, personas sin hogar, pacientes de cáncer sin recursos, desempleados, hospitales pediátricos de Kenia y Etiopía o los más desprotegidos en la lucha contra el Covid-19 en África, Asia y América.

Conocer las necesidades reales de la sociedad

“Llevamos a cabo nuestra acción social en estrecha colaboración con las organizaciones del tercer sector, ya que consideramos que al ser las que conocen las necesidades reales de la sociedad, pueden dar una mejor respuesta”, explican desde Indra. Por este motivo, Indra ha trabajado activamente en esta campaña con 10 ONGs: Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Aldeas Infantiles SOS, Ayuda en Acción, Cáritas Española, Cruz Roja Española, Educo, Federación Española de Bancos de Alimentos; Fundación Pablo Horstmann, Manos Unidas y Plan International.

Algunas ONGs explican que las demandas de ayuda se han quintuplicado tras la llegada del Covid, contando con hasta un 67% de nuevos usuarios. Se calcula que la crisis por el Covid-19 puede arrastrar a seis millones de españoles a la exclusión y algunos afectados han reconocido que es la primera vez que les “ha resultado difícil poner un plato de comida en la mesa”. Esta situación convive con la realidad de que por poco más de dos euros se pueden preparar cinco raciones de alimentos en un momento o de que por 10 euros se puede realizar la entrega a domicilio de medicamentos a ocho personas y por el doble de esa cantidad una persona enferma de cáncer, en situación de vulnerabilidad, puede pagar las facturas de su hogar durante un mes.

Los niños y adolescentes de hogares con pocos recursos están sufriendo por partida doble las consecuencias de la crisis: una alimentación deficitaria y el no acceso a la educación. 30 euros/mes son suficientes para repartir becas comedor en casa a tres niños cada mes. Con solo 10 euros al día se puede favorecer el acceso a la educación proporcionando conectividad y equipamiento tecnológico. Esa conectividad se requiere igualmente para las personas que buscan empleo, necesitan formación u orientación laboral.

Desde el exterior se reclama mayor atención a los “países que partían de una situación muy desfavorecida y lo están pasando muy mal”. Países con tan solo dos médicos por cada cien mil habitantes y millones de personas que carecen de asistencia sanitaria básica. Frente a esta realidad, con 20 euros se puede atender gratuitamente a un niño en un hospital pediátrico de Kenia y por unos 35 euros, una mujer puede recibir asistencia sanitaria en una clínica materno-infantil.

Además, no todo es dinero. Con su donación los profesionales de Indra envían un mensaje de esperanza a muchas personas que lo están pasando mal: “Emocionalmente es un chute de energía saber que hay gente que piensa en nosotros y las necesidades que podemos tener”.

Respuesta integral a la crisis

Indra ha procurado dar la mejor respuesta ante la actual crisis del coronavirus a sus profesionales, a sus clientes, y a la sociedad en general. Ha facilitado el trabajo y la vida personal de sus profesionales durante el confinamiento lanzando toda una batería de servicios al tiempo que, como compañía, mantenía sus capacidades intactas y su alto nivel de servicio a los clientes.

También ha realizado importantes aportaciones sociales, como la donación de más de 8.500 tablets a menores de todas las comunidades autónomas de España que se encuentran en alguna situación de vulnerabilidad o riesgo social. Gracias a esta donación, estos niños y jóvenes podrán seguir con sus tareas escolares en modo online tras el cierre de los centros educativos como consecuencia del cierre de los centros educativos.

Indra también está apoyando iniciativas fruto de la lluvia de ideas de sus profesionales frente al Covid-19 y la participación de sus empleados en iniciativas para la impresión en 3D de viseras protectoras u otros materiales para el sector sanitario. SIA, una compañía de Indra, lanzó una web con recomendaciones de ciberseguridad para ciudadanos, familias y empresas.

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