Economía
Energía

El precio de la luz se dispara pero el Gobierno impondrá aún más recargos en la factura de 2025

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Sin llegar a los máximos de 2022, el precio de la luz se ha vuelto a disparar en las últimas semanas hasta superar holgadamente los 100 euros por megavatio hora (€/MWh). Y lo que es peor: el recibo se incrementará aún más en 2025 porque el Gobierno subirá los cargos (conceptos que se incluyen en la factura que no tienen que ver con el precio de la electricidad) casi un 40%.

Así, desde el martes el precio medio de la tarifa regulada (PVPC) se ha situado en el entorno de los 140 euros por MWh o por encima. Y este sábado sólo ha bajado hasta 128,85  euros, según los datos del operador del sistema (OMIE), a pesar de la caída de la demanda que se registra los fines de semana.

Detrás de este subidón (en noviembre se encontraba en 64 euros por MWh) hay factores de demanda y de oferta. En el primer caso, las bajas temperaturas han disparado el consumo de todo tipo de sistemas de calefacción, incluyendo los eléctricos; de esta forma, el consumo de electricidad está superando los 40.000 MW por día.

Por el lado de la oferta, se ha juntado una baja producción renovable (eólica, solar e hidráulica) y con la parada técnica de la central nuclear de Ascó. Eso ha obligado a generar electricidad a tope con centrales de gas (ciclo combinado), e incluso con carbón y diésel, algo que hacía años que no se veía en España y que contradice la política teóricamente ecologista del Gobierno.

De hecho, la demanda de gas para generar electricidad se encuentra en máximos de 10 años y el consumo total (sumando las calefacciones domésticas y el uso industrial) ha superado los 1.600 GWh (gigavatios hora).

Y aun así, esta producción es insuficiente para satisfacer la demanda, lo que ha obligado a Red Eléctrica a cortar la electricidad a la gran industria durante varias horas tres días de esta semana. Es lo que se conoce como interrumpibilidad, a cambio de la cual -de estar dispuestas a sufrir esos cortes- estas empresas tienen una subvención en el precio de la luz.

Este encarecimiento no afecta sólo a los clientes del mercado regulado, cuyo precio se fija en las subastas diarias, sino también a los del mercado libre, ya que su suministrador de electricidad aplicará dicha subida en la revisión anual de tarifas.

Subida de los cargos

Es de suponer que, cuando haya más producción renovable y todas las nucleares estén en marcha, el precio de la luz se modere. Pero entonces entrará un nuevo fenómeno que encarecerá el recibo aunque baje el MWh: la subida del 39% de los cargos del recibo decidida por el Gobierno.

Estos cargos que se incluyen en el recibo tanto del mercado libre como del regulado sirven para pagar la retribución de las renovables históricas (lo que se conoce como Recore, las famosas primas a las renovables de Zapatero), la amortización de la deuda generada entre 2000 y 2013 por el déficit de tarifa y el coste de los sistemas extrapeninsulares de las islas y de Ceuta y Melilla (es decir, que la luz cueste allí lo mismo que en la Península pese a que su generación y transporte son mucho más caros).

El Gobierno ha aprobado que estos cargos que se incluirán en el recibo asciendan en 2025 a 3.526,54 millones de euros, un 39% más que los 2.532,74 millones de 2024. En 2022, el Ejecutivo de Pedro Sánchez los redujo para paliar en los consumidores los efectos de la guerra de Ucrania, pero desde entonces han vuelto a subir.

A ese importe que pagarán los consumidores se sumarán otros 3.919,33 millones de euros que proceden de las subastas de derechos de emisión de CO2 y de impuestos específicos.