Economía
The Lobstar

Los negocios de la ‘Little Venezuela’ prosperan en Madrid: así huye el capital de Maduro

The Lobstar es el primero de una cadena de restaurantes de capital venezolano

Se ha creado el Consejo Iberoamericano de Inversiones para centralizar negocios

Los precios del barrio de Salamanca suben por la inversión de Venezuela

Air Europa ha aumentado sus rutas a Caracas por la alta demanda

Junto al Metro Bilbao, en Madrid, un nuevo establecimiento ha abierto sus puertas. Con una decoración portuaria, inspirada en las ciudades costeras de Nueva Inglaterra, en su interior se sirven botellines de Samuel Adams -la cerveza más conocida de Boston- y se come seafood americano, con el bocadillo de bogavante en pan de brioche como plato estrella.

El visitante siente zambullirse en un rincón de Norteamérica, cuando en realidad está entrando en una pequeña parte de lo que muchos llaman ya la ‘Little Venezuela’ de Madrid. Este establecimiento cool es en realidad el pequeño refugio de un grupo de socios venezolanos llegados a España desde el país bolivariano en los últimos meses. Un ejemplo de cómo el capital humano y financiero se están viendo forzados a exiliarse por razones políticas de uno de los países más ricos del mundo en recursos naturales.

Un financiero de la banca privada comentaba recientemente cómo la llegada a la capital de España de miles de venezolanos de clase alta está impulsando al alza los precios de la vivienda en el barrio de Salamanca de Madrid. Efectivamente, la tarjeta de visita de los dueños de este establecimiento, llamado The Lobstar, revela que su despacho está en una conocida calle de este distrito.

En una de las mesas de The Lobstar, uno de los propietarios del local, el empresario Ronaldo Seijas, cuenta a un reducido grupo de periodistas, entre los que se encuentra OKDIARIO, cómo quien sirve la mesa es una joven venezolana a la que le faltaban nueve meses para acabar la carrera de medicina cuando tuvo que huir a Madrid. “Tenemos que ayudarnos entre nosotros”, afirma.

Seijas es impulsor y presidente del Consejo Iberoamericano para la promoción de los Negocios y las Inversiones, una plataforma que busca centralizar los negocios de empresarios venezolanos llegados a España. Su objetivo es buscar sinergias entre los empresarios e inversores que llegan a Madrid para empezar de cero y al mismo tiempo, «organizar la inmigración» venezolana para que tenga un impacto positivo en la economía española.

La plataforma cuenta con el respaldo de grandes grupos españoles, como Banco Sabadell o Air Europa. Precisamente, esta última compañía ha reforzado sus rutas Madrid-Caracas en los últimos tiempos en respuesta al aumento de la demanda de billetes por parte de los huidos del régimen de Maduro que se han asentado en España.

El éxodo de los adinerados

Se calcula que ya hay más de 400.000 venezolanos en España. Se trata de exiliados cualificados, en la mayoría de los casos bilingües, y en muchísimos casos con capital para invertir. No solo en vivienda, también en todo tipo de negocios, incluida la restauración que vive un momento dorado en Madrid.

The Lobstar abrió sus puertas en agosto y ya tiene previsto abrir otros cuatro establecimientos en 2019 por distintos puntos de la capital bajo un modelo de franquicia asociativa. El primero de ellos se inaugurará en el primer trimestre del próximo año con el mismo aire portuario y la misma carta de seafood que el original de la calle Carranza.

El plan de expansión trazado por los socios del restaurante muestra cómo a corto plazo no parecen tener planes, o esperanza, de poder regresar a Venezuela. ¿Y si cambiara la situación política? «Nos gustaría regresar, claro. Es nuestro país», afirma el director general de la nueva cadena, Otto Seijas.

Caos económico en Venezuela 

El próximo 1 de enero, Venezuela  asumirá la presidencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sumida en el caos. El que fuera tercer productor de petróleo mundial ha quedado ya relegado a séptimo lugar. Un retroceso que se ha vivido a la par de la desaparición de las clases medias de un país en el que un 12% de la población ya pasa hambre, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO). Una situación crítica consecuencia de la incapacidad del régimen de Nicolás Maduro de gestionar una economía con recursos.

Según las proyecciones del FMI, la hiperinflación llegará a ser este año nada menos que del 1.000.000%A la desesperada, Maduro anunció el pasado noviembre un nuevo aumento del salario mínimo del 150%. Pero tras esa subida, la remuneración final de los asalariados venezolanos rondará al cambio los 9 dólares.

Una situación agónica que hace que el mayor activo de los bancos venezolanos ya no sea financiero, sino inmobiliario, esto es el valor de sus oficinas y sedes.

Ante el avance devastador de la crisis económica y el aumento de la delincuencia, el éxodo es la única alternativa para quienes vienen en busca de una nueva vida en la ‘Little Venezuela’ madrileña antes de que sus bolívares queden convertidos -aún más- en nada.