Economía

La morosidad de la banca baja al 8,3% pero los impagados superan los 100.000 millones de euros

La morosidad de las entidades financieras españolas sigue reduciéndose y está en niveles similares a los registrados en 2012, aunque el volumen toral de créditos dudosos (aquellos que llevan impagados más de 90 días) siguen superando los 100.000 millones de euros.

En concreto, según los últimos datos del Banco de España, la tasa de mora de los préstamos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas a particulares cerró el pasado septiembre en el 8,32%, frente al 8,48% contabilizado el mes anterior. Con un volumen de dudosos de 104.000 millones, frente a los casi 106.000 millones contabilizados al cierre de agosto.

Esta cifra incluye el cambio metodológico en la clasificación de los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que desde enero de 2014 han dejado de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito. Con el sistema de cálculo anterior la tasa de morosidad se situaría en el 8,5%.

Los datos del organismo supervisor que dirige Luis María Linde revelan también que los bancos que operan en España redujeron sus provisiones para afrontar posibles contingencias, situando el volumen total en los 62.525 millones en septiembre, casi 7.500 millones de euros que en el mismo mes de 2016.

Según el analista de XTB Javier Urones, «en el momento en el que las entidades pasen a incrementar significativamente el volumen de créditos concedidos, la tasa global de morosidad tenderá a reducirse de forma relevante». El experto ha indicado en declaraciones a Europa Press que si esta variable continúa la tendencia actual podría concluir el ejercicio «mucho más cercana al nivel del 8%».

Para el analista, los principales motivos que hay detrás de la mejora de la morosidad son el saneamiento de balances de los bancos, unido a «una política mucho más exigente en la concesión de nuevos créditos» por parte de las entidades financieras nacionales.

«De continuar la tendencia actual de crecimiento y aumento del consumo en nuestro país, no nos debería extrañar que el volumen de crédito concedido aumentase significativamente en el último trimestre del año y, con ello, presionase a la baja la tasa de morosidad», ha concluido.