Economía
Telecomunicaciones

JPMorgan prevé que Cellnex compre las torres de Deutsche Telekom en la segunda mitad del año

JPMorgan prevé que el operador de infraestructuras español Cellnex compre las torres de Deutsche Telekom -unas 40.600 repartidas entre Alemania y Austria- en el segundo semestre, en la que será la gran operación del año, con una valoración cercana a los 21.000 millones de euros. No es, por tanto, una compra más de las muchas que pueblan el historial de Cellnex desde que salió a Bolsa en 2015: sería la mayor que ha acometido y la más grande en la historia del sector.

Además, marcaría aún más distancia en Europa con American Tower, otro gigante mundial de las infraestructuras de las telecomunicaciones, y eso que la compañía estadounidense suele ofrecer generosas primas cuando sale de compras, como ya hizo en 2021 en la compra de las torres de Telxius, la filial de infraestructuras de Telefónica, en Europa y Latinoamérica por 7.700 millones de euros en efectivo pagando unos múltiplos récord. Con todo, JPMorgan es tajante en un informe reciente: «aún creemos que lo más probable es un acuerdo con Cellnex». Esa es, sin duda, la opción que ve más clara en la puja, en la que, según diversos medios, también participan Vantage Towers, la torrera de Vodafone, y fondos de infraestructuras de relumbrón como KKR y GIP.

El banco de inversión de Wall Street, que, a su vez, es asesor de Cellnex en la transacción, fundamenta su idea, entre otras razones, en que la empresa española y la alemana ya cuentan con una sólida relación tras haber protagonizado en Suiza una operación conjunta y después de la fusión sus respectivos negocios de torres en los Países Bajos. De ahí que en el pasado, el consejero delegado de Deutsche Telekom, Tim Höttges, haya puesto como ejemplo de gestión en el mundo de las infraestructuras de telecomunicaciones a Cellnex.

Por otra parte, una fusión alternativa de la división de torres de la compañía germana con American Tower crearía una entidad con una cuota de mercado en Alemania de aproximadamente el 70%, lo que, según JPMorgan, acarrearía problemas desde el punto de vista regulatorio, en particular tras las duras posturas de las autoridades de Reino Unido y Francia en las últimas adquisiciones de torres.

De la mano de Brookfield

De acuerdo con informaciones difundidas por Bloomberg y el diario económico alemán Handelsblatt, Cellnex trabaja con el fondo canadiense Brookfield para ir de la mano a la compra de estos activos, lo que reduciría su aportación económica en la operación. A finales de abril, el consejero delegado del grupo, Tobías Martínez, que ha mantenido una postura prudente en todo el proceso, abrió la puerta que le acompañe un socio financiero -voluntad que la compañía reiteró la semana pasada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores-, al tiempo que descartó una ampliación de capital tras haber levantado 15.000 millones de euros en dos años -con lo que no tiene sentido pedir más dinero a sus accionistas-, y encima en un contexto en el que el mercado de capitales está cerrado en medio de la incertidumbre generada por la invasión de Ucrania y el deterioro generalizado en la previsiones de crecimiento de la zona euro.

Con todo, Cellnex tiene músculo financiero para afrontar acuerdos relevantes, en torno a unos 8.000 millones de euros, pero también su enfoque en las operaciones de compras de activos es el de ser un socio industrial con una participación de control, lo que, en este caso, requeriría un fuerte desembolso. Así ha sido en la empresa de infraestructuras polaca Play, donde Cellnex ya es dueño del 70%, mientras que, tal y como estaba previsto, ha ejercido recientemente el derecho de compra del 30% que la operadora francesa Iliad aún mantenía en la sociedad de torres con la compañía española creada para gestionar esos emplazamientos. Ahora ya es propietario del 100% de ese vehículo.

Tal y como recuerda JPMorgan en su informe, en la conferencia de los resultados del cuarto trimestre de 2021, la dirección de Deutsche Telekom declaró que a la hora de considerar la venta de su negocio de torres -transacción en la que aspira a maximizar el valor de esas infraestructuras-, no se siente comprometida a controlar una participación mayoritaria, con lo que eliminaría carga de inversión en el balance. «Pensamos que esto encaja bien con el modelo de sociedad de Cellnex», apunta el banco, que cree que lo más probable es que esta adquiera un 51% de los activos y que la alemana se quede con un 49%.

Cellnex luego podría comprar esa participación minoritaria en base a los términos pactados en el acuerdo, lo que podría dar a Deutsche Telekom potencial alcista adicional a medio plazo, continúa JPMorgan. «Pensamos que esta sería una solución elegante para ambos, tanto para el vendedor como para el comprador, en una operación que no tendría riesgos de remedies (condiciones regulatorias) significativas», señala.

Pase lo que pase, JPMorgan considera que el mercado está «demasiado centrado en los riesgos de la operación», ya sea por un posible sobrepago o las consecuencias de perder la puja. Por eso destaca las oportunidades de crecimiento y de diversificación que llevará aparejadas la compra, además del hecho de que Cellnex se aseguraría un inquilino en sus torres de alta calidad como Deutsche Telekom, que goza de una gran valoración en el mercado al ser el número uno en rentabilidad en el sector de las telecomunicaciones europeo.

La acción de Cellnex cae un 32% desde los máximos alcanzados en agosto de 2021, principalmente por esos temores relacionados con el apalancamiento por su trayectoria de adquisiciones y cierta decepción por las condiciones impuestas por el regulador británico para la adquisición de las torres de Hutchison. JPMorgan se abstrae de todo ello y mantiene su recomendación de sobreponderar y su precio objetivo de 66 euros, dándole un potencial alcista del 58%.