Economía
Espacios de trabajo flexible

IWG, el líder del coworking, calienta el mercado e invertirá ocho millones hasta mediados de 2021

La inversión en espacios flexibles de trabajo no se detiene por el coronavirus. Al contrario. Prueba de ello es que IWG, el gigante inglés del coworking, ultima la apertura de cinco nuevos centros en España que supondrá un desembolso de cerca de ocho millones de euros hasta mediados de 2021. Los nuevos espacios de oficinas operarán bajo las marcas Regus y Spaces, y se repartirán entre Madrid, Barcelona, Alicante y Oviedo. Entre todos ellos sumarán 18.000 metros que se añadirán a la cartera de IWG en nuestro país. En la actualidad, la compañía cotizada suma 56 espacios de oficinas con presencia en más de una docena de ciudades españoles.

Las joyas de la corona son los tres espacios Spaces -ofrece los servicios premium de IWG- ubicados en Madrid y Barcelona. Habrá dos centros en la capital española, ubicados en Castellana 81 (en el antiguo edificio del BBVA) y en Recoletos 5. Ambos contarán con una superficie de 4.000 metros cuadrados. La misma que la otra gran apuesta de IWG situada en el distrito tecnológico 22@ de Barcelona.

IWG no se queda ahí, también está estudiando oportunidades de inversión para ejecutar en 2021 bajo las marca HQ y Signature. En el último caso, el radar está puesto en las zonas más céntricas y en los edificios más emblemáticos de Madrid y Barcelona. El apetito inversor de IWG se mantiene a pesar de que el coronavirus ha impactado de lleno en los operadores de coworking, que cuentan con una cartera de clientes formada mayoritariamente por pymes y autónomos, y cuyos negocios están sufriendo de lleno la crisis. Además, los espacios de reuniones y las zonas comunes de los coworking operan todavía bajo las restricciones de la pandemia.

«El balance no es positivo. La crisis nos ha impactado a todos, pero hay que aprender que en cualquier situación hay oportunidades. Ante tanta incertidumbre económica, las empresas están valorando más que nunca las virtudes de nuestros espacios de trabajo: hay más flexibilidad y ayudan al empresario a reducir costes y riesgos. Por ejemplo, el tiempo de los contratos es libre, tampoco hay coste de amortizaciones ni hay que pagar avales bancarios, los trámites son más sencillos y rápidos, y apostamos por la tecnología», explica Philippe Jiménez, director general de IWG en España a OKDIARIO.

Otra de las bondades del coworking es el acceso a la oficina global. Esto significa que las empresas alojadas en cualquiera de los espacios de trabajo flexible pueden acceder a una de red global de espacios de trabajo desde el lugar que necesiten, ya sea en la misma ciudad o en otro país. Todo ello se hace a través de un solo contrato, de forma ágil y sin complicaciones, explican desde IWG.

La pandemia también ha acelerado la implantación de uno de los últimos proyectos de IWG: ‘Desing your own office’. Es una programa que permite a los usuarios de la compañía belga diseñar sus propias oficinas. Pueden elegir el mobiliario, los materiales y hasta el color de los suelos o las paredes. Hasta ahora estaba disponible como experiencia piloto en Inglaterra, Holanda o Estados Unidos, pero ya ha comenzado a funcionar en España y en el resto del mundo. «El programa está teniendo una aceptación enorme. En los países anglosajones y Holanda las ventas se incrementaron entre un 15% y un 20%», explican desde la compañía.

Los hoteles se suman al coworking

Los operadores tradicionales del coworking afrontar el nuevo escenario post-coronavirus con más competencia en el mercado: los hoteles. Un reciente estudio elaborado por la consultora inmobiliaria Colliers Internacional asegura que los establecimientos hoteleros podrían convertirse en oficinas flexibles y espacios de coworking y así incrementar hasta en un 20% los ingresos de estos operadores especializados en ese nicho de producto.

Colliers destaca que muchos hoteles en todo el mundo ya están aprovechando la tendencia del teletrabajo para adaptar sus establecimientos y ofrecer un servicio con potencial de generar ingresos adicionales en la medida en que pueden proporcionar espacios de reuniones y de oficina aprovechando sus instalaciones físicas e infraestructuras tecnológicas.

Según Colliers, serán cada vez más los hoteles urbanos que impulsarán la combinación de ambos usos en el corto plazo, como medida alternativa a la generación de ingresos ante la crisis global en la que se ha instalado la industria turística como consecuencia de la pandemia. Añade que, si bien las grandes empresas gestoras de espacios de trabajo flexible y coworking ofrecen la posibilidad de alquilar por días, su modelo de negocio es económicamente rentable sobre la base de alquilar de forma semanal o por periodos aún más largos.