La inflación empuja en masa a los clientes de las telecos al low cost: ya suponen el 63% de las altas
Los ingresos del sector de telecos español bajaron un 3,2% en 2021 frente al alza del 1,6% a nivel mundial
La inflación golpea a la demanda de smartphones en España: sus ventas caen un 1,8% en el primer trimestre
Orange rompe la baraja y subirá precios en julio tras incorporar a su oferta televisiva las series de AMC+
Pese a que el sector de las telecomunicaciones se distingue por ser quizá el único que, en general, no ha subido los precios, la inflación está haciendo que la gente, cada vez más empobrecida, busque las ofertas más baratas para contratar el teléfono fijo y el móvil, y si le da el presupuesto, también la televisión. Así, el segmento low cost está captando una demanda cada vez mayor y ya copa el 63% de las altas nuevas, según fuentes del sector.
Esta tendencia no es nueva, lleva ya años produciéndose, pero el actual escenario de inflación, inestabilidad económica y tipos de interés al alza, factores que hacen que la gente se replantee todos sus gastos, esta agudizándola. Las tarifas de bajo valor se erigen en el polo del mercado en torno al cual giran multitud de promociones agresivas que ven luz cada día, en algunos casos, con ofertas convergentes de 25 euros y ahí están los datos: la operadora rumana Digi logró sumar 364.000 nuevos clientes en el primer trimestre del año; MásMóvil, que integra marcas relevantes en este segmento como Pepephone o Virgin Telco, incrementó los suyos un 25%, hasta 14,7 millones de líneas; Lowi, la segunda marca de Vodafone, contabilizó 82.000 altas netas en su cuarto trimestre fiscal, tras crecer en 310.000 líneas en el conjunto del año; mientras que Orange también compite en este mercado con sus marcas Jazztel y Simyo, y Telefónica lanzó recientemente un nuevo modelo comercial, miMovistar, que permite a los clientes contratar los productos que quieran y, por lo tanto, en muchos casos abaratar su tarifa.
Y hay más datos relevantes: los paquetes más caros, aquellos que incluyen contenidos premium, como los televisivos de series exclusivas o el fútbol, han perdido clientes. En el último año, Telefónica, Vodafone y Orange se han dejado por el camino 341.000 abonados a su televisión de pago. «La gente prescinde del fútbol, de contenidos en televisión, de ahí que haya bajado un poco la televisión en los últimos meses. Prefieren contratar una línea básica», afirman las mismas fuentes.
«Competencia desmesurada»
En la mayor parte de los casos, las operadoras que explotan el precio como su reclamo fundamental no están forzadas a hacer fuertes inversiones porque no tienen que pagar espectro ni desembolsos en infraestructuras, sus plantillas no son grandes, no tienen que hacer frente a costes energéticos sustanciales porque no tienen que mantener una red que consume mucha electricidad, en suma, funcionan con otro modelo diferente al de las tres principales telecos del país. Y como operan sobre la red de otra compañía, la calidad que ofrecen es buena. «Estás dando el mismo solomillo a otro, pero con la mitad de precio», indican.
«Esta es la complejidad de este mercado», prosiguen las fuentes, que culpan al regulador, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), de «destruirlo» en los últimos años porque «ha promovido la competencia desmesurada, sin poner ciertos límites». A su juicio, no se debería haber permitido que un operador ofrezca toda la calidad de una red a un precio muy bajo, por ejemplo.
La inflación descontrolada ha supuesto una pérdida notable del poder adquisitivo de los españoles. En mayo, la tasa se situó en el 8,7%, mientras que la subyacente, que excluye los precios de la energía y de los alimentos frescos, alcanzó el 4,9%, su nivel más alto desde octubre de 1995. Sin embargo, la inflación viene acelerándose desde agosto del año pasado y en los tres primeros meses del año su evolución alcista se acentuó más, llegando en marzo al 9,8%, el peor dato en el país en 37 años. Los consumidores han encontrado en las ofertas low cost un apoyo para sus finanzas cada vez más maltrechas y todo apunta a que la batalla de las telecos seguirán librándose en ese mercado en los próximos meses, dado que no tiene pinta de que la elevada inflación vaya a remitir pronto.