Economía
BANCA

Goirigolzarri presenta su dimisión como presidente de CaixaBank cuatro años después de ser nombrado

La renuncia tendrá efectos desde el 1 de enero de 2025 y Tomás Muniesa será su sustituto

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha presentado este miércoles su dimisión en el consejo de administración que la entidad, como es habitual, ha celebrado de forma previa a la presentación de resultados, que tendrá lugar mañana.

La dimisión de Goirigolzarri tendrá efectos desde el próximo 1 de enero de 2025, según ha comunicado Caixabank en una nota. El sustitutoserá a partir de ese momento Tomás Muniesa, actual vicepresidente de CaixaBank, que ya no tendrá ya ningún poder ejecutivo.

Goirigolzarri es presidente ejecutivo de CaixaBank desde 2021, cuando la entidad absorbió a Bankia, donde también ocupaba el cargo de presidente desde 2012. La integración de ambas entidades creó el mayor banco del mercado español. Debía renovar su cargo en la próxima junta de accionistas de la entidad.

Tal y como ha adelantado La Vanguardia, con este posible relevo dentro de la cúpula de CaixaBank vuelve a estar sobre la mesa la cuestión de la presidencia ejecutiva, un cargo al que el Banco Central Europeo (BCE) se opone por concentrar funciones ejecutivas y de representación.

En los acuerdos de fusión entre CaixaBank y Bankia, firmados en 2020, se estableció que Goirigolzarri mantendría, como funciones ejecutivas, comunicación, relaciones institucionales, auditoría interna y gestión de los órganos de gobierno (básicamente del Consejo), mientras que el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, asumiría el resto de poderes de gestión del banco.

En enero, el BCE ya lanzó una ofensiva contra los poderes ejecutivos de Goirigolzarri, como adelantó OKDIARIO, si bien entonces el todavía presidente la resistió. Entonces, se defendió con dos argumentos muy poderosos. El primero fue que el reparto de funciones entre Goirigolzarri y Gortázar en CaixaBank fue aprobado por el propio BCE hace tres años, por lo que no tenía mucho sentido obligar a cambiar el esquema que entonces le parecía bien al supervisor.

El segundo era que los dos gigantes multinacionales españoles, Santander y BBVA, tampoco cumplen el esquema propugnado por el organismo, y mantienen como presidentes ejecutivos a Ana Botín y Carlos Torres.

Sin embargo, ahora Goirigolzarri no sólo va a renunciar a esas competencias sino que va a dejar completamente el cargo.

En esta línea, hace unos días el consejero delegado de Criteria (el holding de La Caixa que posee el 31,2% de CaixaBank), Ángel Simón, aseguró respecto a la doctrina del BCE sobre las funciones de los presidentes de los bancos que «nosotros estamos en línea con lo que propugna el BCE. Por lo tanto, como accionista de CaixaBank, iremos en la misma línea del BCE».