Economía
CASO TALGO

El Gobierno de Sánchez firmó dos convenios con Talgo para promocionarla en Rusia y Hungría en 2019

Las embajadas en ambos países publicitaron a Talgo en varias ocasiones

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

El Gobierno de Pedro Sánchez firmó dos convenios con Talgo para promocionar la marca del fabricante ferroviario en Hungría y Rusia en el año 2019. En concreto, el Ejecutivo buscaba la participación de la compañía en los eventos de celebración de la Fiesta Nacional en ambos países. Así, la mercantil aportó dinero para los eventos y pudo estar presente y lucir su logo en unos actos organizados el 11 de octubre en Moscú y el 15 de octubre en Budapest.

En aquel momento, el Gobierno socialista no tenía ningún problema a la hora de promocionar la imagen de Talgo en Rusia y Hungría. Ahora, sin embargo, Sánchez ha cambiado de parecer. Por ello, el Ejecutivo ha vetado la oferta pública de adquisición (OPA) de la húngara Magyar Vagon para hacerse con el 100% del fabricante de trenes.

La excusa de la Administración del PSOE es que permitir la operación pondría en riesgo «la seguridad nacional y el orden público». No obstante, los dirigentes socialistas no tenían esto en cuenta en 2019, cuando acordaban con la empresa su presencia en actos institucionales.

Talgo en Rusia y Hungría

En los convenios entre Talgo y las embajadas españolas en Moscú y Budapest, la compañía declara que ya ha colaborado en varias ocasiones con ambas instituciones «en los últimos años en proyectos puntuales y actividades conjuntas para la promoción de la imagen de España y la empresa española». Por tanto, lo anterior da a entender que la actividad promocional de Talgo a través de ambas embajadas ha sido reiterada en el tiempo y no sólo algo puntual.

En el caso de Hungría, Talgo pagó 800 euros que fueron dedicados a cubrir suministros del acto, y en el caso de Rusia el importe ascendió a los 1.000 euros. Así, la empresa obtuvo a cambio un «agradecimiento en el acto de inauguración/clausura, la inclusión del logotipo de la empresa en todo el material gráfico impreso de la actividad (invitaciones, programas…), la colocación de roller de la empresa en el lugar físico de la actividad y entradas de cortesía para el evento». En ambos países sucedió lo mismo.

«La embajada se compromete a difundir la participación de Talgo, y agradecerá la aportación en las acciones comerciales y de publicidad diseñadas para la actividad», explican ambos convenios. «Las partes firmantes se comprometen a utilizar todos los medios a su alcance para la adecuada difusión y promoción de la actividad señalada en el apartado primero», afirman.

Ninguna de las dos embajadas publicaron entonces nada sobre aquel evento. Ni en sus cuentas de la red social X (antiguo Twitter) ni en sus portales oficiales consta ningún post al respecto ni ninguna imagen del día, tal y como ha podido comprobar OKDIARIO.

Cambio de opinión del Gobierno

Cinco años después, el Gobierno ha cambiado completamente de opinión. Pese a que en aquel momento Sánchez veía bien promocionar Talgo en esas naciones, ahora el Ministerio de Economía afirma que la operación de una empresa húngara sobre una española conlleva «riesgos insalvables para la seguridad nacional y el orden público». Unos riesgos que parecían no existir entonces.

András Tombor, propietario del 50% de Magyar Vagon, en su única comparecencia en España.

De hecho, tal y como desveló OKDIARIO, el Gobierno fue el primero en ponerse en contacto con Hungría, pues le dijo a Magyar Vagon que, si quería cooperar con el fabricante español, tenía que entrar en su capital. Sin embargo, cuando lanzó la OPAel Ejecutivo se opuso a la misma relacionando al grupo con Viktor Orbán e incluso con Putin.

Así, nada más anunciar la mercantil húngara la operación, tras llegar a un acuerdo con Trilantic sobre el precio, el Ejecutivo salió a decir públicamente que el Gobierno haría «todo lo posible» para frenar la OPA. Los argumentos que utilizó fueron que este grupo tiene participación pública controlada por el Gobierno «ultraderechista» de Viktor Orbán e incluso que podría haber inversores rusos detrás de la oferta.

Por todo ello, el Ejecutivo alude a la «seguridad nacional» para evitar la operación. No obstante, tal y como ha podido saber OKDIARIO, Talgo jamás ha firmado un contrato con el Ministerio de Defensa. Por tanto, los argumentos van a tener que dirigirse por otra dirección. Hasta ahora, este periódico sólo ha recibido una respuesta: «Información clasificada».