Economía
Crisis económica

El Gobierno abre la puerta con Globalia a rescatar empresas no estratégicas con dinero público

Duro Felguera utilizará el argumento, pero sus problemas no derivan de la pandemia

El Gobierno da luz verde al rescate de Air Europa por 475 millones y podrá condicionar la fusión con Iberia

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero (que es quién decide a qué empresas rescata el Estado con dinero público, pese a que lo gestione la SEPI), abrió este martes la caja de Pandora: al conceder una ayuda de 475 millones a Globalia -la cabecera del grupo de Air Europa-, abre la puerta a rescatar a cualquier empresa que no sea estratégica. Algo que sin duda intentará aprovechar Duro Felguera, pero la asturiana tiene otros obstáculos adicionales.

«Tomemos la definición de empresa estratégica que tomemos, Globalia no lo es. No es el líder de su mercado (de hecho, tiene menos del 5% de cuota), su desaparición no provocaría una situación de monopolio u oligopolio, no hay un servicio esencial que se dejaría de prestar sin ella, no maneja ninguna infraestructura estratégica -al contrario que IAG con la T4 de Barajas-, su quiebra no afectaría a la seguridad nacional ni tampoco tiene suficientes empleados para generar un problema social», asegura un analista, que recuerda que en España han quebrado aerolíneas como Spanair sin que el mercado se haya resentido.

La consecuencia es que el Gobierno se ha quedado sin argumentos para negar su ayuda a cualquier empresa no estratégica que atraviese graves dificultades en la crisis actual. ¿Por qué a Globalia sí y a nosotros no?, sería el argumento de los solicitantes, al cual Montero no podría replicar. Y, tal como pintan las cosas en la segunda ola, eso puede provocar una larga cola de solicitantes del dinero del llamado Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas en los próximos meses.

En el mundillo empresarial, la explicación para el rescate de Globalia es que así se favorece su compra por parte de IAG, como pidió la semana pasada el propio consejero delegado de la fusión de British Airways e Iberia, Luis Gallego. Dicha compra ha quedado en suspenso tras haberla cerrado por 1.000 millones hace un año, debido a la  crisis del coronavirus y al hundimiento del negocio aéreo. Pero ese motivo -garantizar el famoso hub de Barajas- serviría para justificar el rescate de IAG, no de Globalia.

Duro Felguera, la primera de la fila, pero…

En esta cola de solicitantes, la primera compañía es la fabricante asturiana de bienes de equipo Duro Felguera, que ya ha pedido 100 millones al Gobierno y está a la espera de su respuesta. La empresa ha contratado a lobistas como el exministro socialista José Blanco para que intercedan a su favor y ha encargado un informe a la Universidad de Oviedo que demuestra que es estratégica (… en Asturias, donde tiene 1.100 empleos directos y muchos más indirectos).

Pero, con el precedente de Globalia, ya no necesita demostrar esta condición estratégica, como se ha dicho.  ¿Significa eso que Duro Felguera puede dar por hecho el rescate del Gobierno? Ni mucho menos. Porque esta compañía falla en otros de los requisitos para recibir la ayuda del contribuyente.

En teoría, el citado fondo va destinado a empresas consideradas estratégicas, que fueran viables y que sufran un bache puntual provocado exclusivamente por la crisis del coronavirus. Y Duro Felguera no cumple ninguna de estas condiciones, ya que sus problemas no derivan del coronavirus, sino que vienen de mucho tiempo atrás, aunque la crisis provocada por la pandemia los haya agravado.

Así, en julio de 2018 Duro Felguera se salvó del concurso de acreedores en el último momento con una ampliación de capital de 125,7 millones, en la que entraron gestoras de fondos tan conocidas como Cobas (Francisco García Paramés) o AzValor (Álvaro Guzmán). Gracias a esta inyección, los bancos accedieron a asumir una quita del 75% en su deuda y concederle un nuevo crédito revolving de 100 millones avalado por la aseguradora pública Cesce.

Claro que, «si el Gobierno se ha saltado el requisito de ser estratégica para ayudar a Globalia, por la misma regla de tres se puede saltar los otros y rescatar a Duro Felguera», señala otro experto. No obstante, sería mucho más difícil de justificar saltarse tres criterios que solo uno, por lo que considera muy complicado que Montero salve a la firma asturiana.

Los bancos, a la espera del Gobierno

En los rescates de las empresas en apuros, además de las ayudas gubernamentales, hay que contar con los bancos, que son los principales acreedores. Como ha informado OKDIARIO, las entidades necesitan un chivo expiatorio para poder dejar caer a las ‘empresas zombie’ que consideran inviables. Si no lo tienen, seguirán dándoles oxígeno para no asumir la mala imagen de la pérdida de empleo que conllevaría su quiebra.

De ahí que estuvieran esperando a el rescate gubernamental de Globalia (donde el fondo público no pondrá capital directamente, sino un préstamo participativo de 240 millones y otro ordinario de 235). Y también que la decisión del Ejecutivo sobre Duro Felguera vaya a ser determinante para que los bancos refinancien la deuda -si es rescatada- o para llevarla a concurso -si no no les-.

Algo parecido ocurre con la ingeniería andaluza Abengoa. Ahí quien se comprometió a poner dinero (solo 20 millones y de liquidez, no de capital) fue la Junta de Andalucía, que después ha abjurado de esa promesa. Los bancos y fondos de inversión acreedores metieron ayer todavía más presión al Gobierno regional para que cumpla su compromiso, con lo que se arman de argumentos para forzar el preconcurso en el caso de que la Junta siga sin hacerlo (a pesar de contar con un plan B que no terminan de aprobar todos los bancos).