Economía
Deuda pública

El fin de los estímulos del BCE pasará una factura a España de 360 millones en intereses de deuda

España pagará a medio plazo un 1% más por emitir deuda sin las compras del BCE

El Tesoro necesitará emitir 21.000 millones más para cubrir el déficit

A esa emisión neta se sumará al menos 15.000 millones para las pensiones

Con una deuda pública que prácticamente equivale a toda su riqueza nacional y sigue en escalada, España es uno de los países de la Eurozona que más sufrirá el fin del programa de compras que el Banco Central Europeo (BCE) tiene previsto ejecutar a partir del próximo mes de enero.

Cuando arranque 2019, Fráncfort dejará de comprar las nuevas emisiones de deuda y tan sólo renovará los vencimientos que tiene en cartera, lo que tendrá un impacto directo en la factura de intereses de deuda que afronta el Estado y que ahora supera los 31.500 millones de euros, según lo presupuestado para 2018.

Tomando como referencia la experiencia estadounidense con el ‘tapering’ de la Reserva Federal, los tipos de la deuda española a largo plazo podrían aumentar algo más del 1% en los meses siguientes al fin de los nuevos estímulos, según los expertos consultados por este periódico. Mientras, la deuda a corto plazo experimentará también un aumento de coste por el efecto de los tipos de interés, que el BCE comenzará a elevar también en 2019, según ha anunciado ya su presidente, Mario Draghi.

Si se cumplen las estimaciones del nuevo Gobierno en materia de déficit, España tendrá un desfalco del 1,8% en sus ingresos y gastos en 2019. Esto se traducirá en unas emisiones netas de 21.000 millones de euros para sufragar el gasto público. A esta cantidad habrá que sumar el préstamo que el Estado pida para sufragar las pensiones y que, tomando como referencia las cuentas de 2018, alcanzará al menos los 15.000 millones de euros si la inflación no se desborda.

De este modo, el Tesoro podría tener que afrontar unas emisiones de deuda nueva el próximo ejercicio de unos 36.000 millones de euros, que a un tipo un 1% más caro supondrá un aumento del gasto en intereses de más de 360 millones de euros.

No obstante, ese gasto se verá parcialmente compensado por la caída del volumen de emisiones netas que el Tesoro tendrá que realizar el próximo año por la reducción del déficit público. De hecho, este año, la emisión neta del Estado alcanzará los 45.000 millones de euros, según se contempla en la estrategia anual del Tesoro Público.

 

El pago de intereses de deuda es una de las partidas más destacadas de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Este año roza el 9% del gasto público. Sin duda, esta es una de las herencias más dolorosas que ha dejado la crisis financiera a España.

Precisamente este martes, la ministra de Economía, Nadia Calviño, aludió en varias ocasiones al peligro de la deuda pública en su intervención en el Nueva Economía Fórum. La ministra advirtió de cómo el porcentaje de deuda sobre PIB se mantiene más o menos estable pese al crecimiento económico que España ha experimentado en los últimos años.

En este contexto, señaló el rigor presupuestario como única medicina alternativa a la subida de impuestos que el Gobierno de Pedro Sánchez negocia con su socio Podemos.

La ministra se refirió al riesgo que supone para la economía española lo que se conoce como el fin de los vientos de cola que han acompañado su recuperación. Entre esos factores, figura el fin de los estímulos del BCE y la subida de tipos de interés. Un elemento con el que tendrá que lidiar el Gobierno a las puertas de un cambio de ciclo económico.