Fedea desvela que aumentar un año la edad de jubilación no tuvo impacto en el gasto en pensiones
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha elaborado un informe llamado Primeras valoraciones de los efectos de la Ley 21/2021 sobre la jubilación anticipada y demorada y estimaciones sobre el gasto en pensiones en el que afirma que el aumento en un año de la edad efectiva de jubilación apenas ha tenido un impacto en el gasto público del 0,02% del Producto Interior Bruto (PIB). Así, la organización considera que esta medida no ha sido «necesariamente efectiva» para lograr los objetivos.
El informe publicado este lunes por Fedea, realizado por investigadores de las Universidades de Valencia y Extremadura y parte del Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social de la fundación, utiliza la Muestra Continua de Vidas Laborales de 2022 para analizar los efectos de la reciente reforma de pensiones.
Esta reforma, que modifica las penalizaciones por jubilación anticipada y las bonificaciones por retrasar la jubilación, se evalúa en términos de su impacto en la edad efectiva de jubilación y en el gasto en pensiones.
Aumento de la edad de jubilación
Aunque la edad efectiva de jubilación ha subido desde los 64,83 años de 2022 a 65,07 años hasta marzo de 2024, su impacto en el gasto en pensiones es «muy modesto», del 0,02% del PIB a largo plazo en caso de aumento de un año de la edad efectiva de jubilación sin incremento de la edad legal.
Mediante una metodología basada en el cálculo actuarial, Fedea señala que en el caso de que ese retraso de la edad efectiva implique una subida del PIB, que Fedea estima en un incremento del 2,2% en 2050, el ahorro del gasto en pensiones pasaría a ser de 0,22 puntos del PIB.
En todo caso, Fedea señala que se trata de un ahorro «poco importante y muy por debajo» de las estimaciones del propio Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (-0,95% del PIB) y de la AIReF (-1% del PIB).
De hecho, Fedea subraya que los resultados del Ministerio y de la AiREF son los más optimistas y los suyos, los más pesimistas, mientras que el Banco de España se encuentra en un escalón intermedio, valorando el efecto de aumentar en un año la edad efectiva de jubilación en un ahorro de 0,31 puntos del PIB.
Según Fedea, sus cálculos destacan el impacto de la jubilación anticipada en el gasto en pensiones, sugiriendo que un aumento en la edad efectiva de jubilación conllevaría un mayor gasto.
Esto contrasta con otras instituciones, que asumen que la jubilación anticipada no tiene un efecto significativo a largo plazo. Las diferencias en las estimaciones también se deben al distinto porcentaje de gasto en pensiones considerado como afectado por el aumento de la edad efectiva de jubilación.
Jubilaciones anticipadas
Entrando algo más en el detalle de los resultados del informe, Fedea observa una disminución del porcentaje total de jubilaciones anticipadas voluntarias con coeficientes reductores desde el del 26,8% de 2021 al 24% de 2022.
Ello se debe, según el estudio, a la «drástica» disminución de las jubilaciones anticipadas entre 22 y 24 meses de anticipación por el aumento de las penalizaciones en este tramo, que han pasado en algunos casos del 16% al 21% y en media del 14,3% al 15,1%. Además, el tiempo medio de anticipación ha sido inferior en un trimestre.
Fedea subraya que estos cambios se han traducido en un incremento de la cuantía de la pensión media al aplicar penalizaciones medias menores, del 11,1% en 2021 al 8,2% en 2022.
Al mismo tiempo, de 2021 a 2022, con la reforma ya en vigor, se registra un aumento moderado del porcentaje de jubilaciones demoradas sobre el total de altas iniciales, del 6% al 6,3%.
Según Fedea, el aumento en los años medios de demora también ha sido muy bajo (de 2,8 a 2,9). No obstante, Fedea apunta que si todas las personas hubieran optado por incrementar su pensión un 4% por año de demora, la cuantía media de las demoradas se hubiera incrementado un 11% en 2022 frente al 8,5% en 2021.
En todo caso, asegura que la posibilidad de sustituir ese 4% por el cheque único, opción que ha sido utilizada por el 28,1% de las jubilaciones demoradas, ha hecho descender el porcentaje adicional medio al 7,9%, ya que el cheque se cobra de una sola vez y no afecta a la cuantía de la pensión.
«En definitiva, la ley también ha sido moderadamente efectiva en cuanto al aumento de la edad efectiva de jubilación por lo que respecta a la jubilación demorada y su efecto se ha debido más al aumento del porcentaje de jubilaciones demoradas que al aumento de los años medios de demora», concluye.
Respecto a la elección entre cheque único y el porcentaje adicional del 4% por cada año de demora, Fedea indica que el cheque se elige en uno de cada tres casos en los que es conveniente esta alternativa y en uno de cada cuatro casos en los que es mejor el 4% anual.
De los que eligen el 4% adicional, algo menos de uno de cada cinco se equivoca, mientras que casi seis de cada siete acierta en la elección. En total, se elige la mejor opción desde un punto de vista actuarial en el 64,4% de los casos.