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Expertos de la Universidad de las Hespérides: «Reformar las pensiones dolerá porque llega 20 años tarde»

Calvo y Fernández han elaborado un estudio sobre las pensiones en España, Suecia, Alemania y Chile

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  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación con especialidad en Economía. Redactor de economía y empresas en OKDIARIO y autor de 'La economía a través del tiempo' en el Instituto Juan de Mariana. Miembro de la junta directiva del Centro Diego de Covarrubias.

Santiago Calvo y Daniel Fernández, analistas de la Universidad de las Hespérides, han concedido una entrevista a OKDIARIO para hablar de su nuevo informe titulado Sistemas de pensiones comparados: ¿qué puede aprender España de Alemania, Suecia y Chile?, que han elaborado con su compañero Miguel González. Los expertos han asegurado que la reforma que va a tener que hacer el sistema «va a ser dolorosísima por la ineficiencia e inoperancia de la política de los últimos 20 o 30 años».

PREGUNTA.- ¿Qué diferencia hay entre el sistema de pensiones de España y el de otros países?

Santiago Calvo.- En España vamos con mucho retraso a la hora de hacer reformas. En este caso, hemos escogido los sistemas de Alemania, Suecia y Chile porque consideramos que son completamente diferentes entre sí y de los cuales podemos extraer bastantes lecciones.

Tenemos el de Suecia, que empezó con un sistema muy similar al de España y con problemas muy parecidos, pero los vio con anticipación e introdujo reformas en los años 90, es decir, hace 30 años. Se adelantaron 30 años a la situación en la que podemos estar ahora mismo en España. Por eso digo que en España vamos tarde con las reformas. Suecia nos muestra cómo se puede reformar un sistema de reparto bastante bien, porque introduce cierta sostenibilidad en el sistema y transparencia.

Chile es un sistema muy diferente a lo que estamos acostumbrados, porque es netamente de capitalización, no es de reparto. La diferencia es que los trabajadores actuales acumulan una hucha que genera ciertos rendimientos y eso es lo que van a percibir cuando se jubilen.

Y después el caso de Alemania, que lo que estamos viendo es que también pasa por una situación similar a la de España actualmente y están tratando de garantizar un mínimo su pensión, además de introducir reformas que doten de sostenibilidad financiera al sistema.

Las pensiones en otros países

Daniel Fernández.- Lo cierto es que, en España, estamos muy mal, pero la verdad es que sus problemas son los que, en general, están afrontando otros países europeos. La gran diferencia es, quizá, la política pública. Nosotros tenemos un envejecimiento de la población que todavía no es tan fuerte como el del resto de Europa, pero tenemos más o menos retos similares.

Tenemos un grave problema de sostenibilidad de cuentas públicas por la incapacidad de sostener ahora mismo el gasto de pensiones. Sabemos además que esto lo hemos visto en otros informes que nosotros mismos hemos publicado. En los próximos diez años esto va a empeorar. Nosotros tenemos una generación del baby boom un poquito más joven que la de otros países europeos. Por lo tanto, el problema que tienen en Europa nosotros lo tenemos encima de la mesa ahora mismo y nos va a empeorar dentro de los próximos diez años.

Lo que estamos viendo son reformas muy recientes en Alemania, que son casi tan desastrosas como las de España, pues lo único que están haciendo es incrementar día tras día el gasto en pensiones sin tener una contrapartida clara de cómo se van a financiar. Por lo tanto, es un agujero que solo crece.

A pesar de eso, Alemania tiene algunos elementos muy interesantes, como la generación de una especie de fondo soberano que, sinceramente, no da para nada. Pero en cualquier caso, la idea puede ser interesante: capitalizar los ingresos y con eso pagar parte de las pensiones.

El caso de Suecia probablemente es el más interesante para España. Hace muchos años, en el 1994, reforman el sistema y empiezan a pagar las pensiones en el 2003 con el nuevo. Esa reforma se hace ya sobre un sistema ultra deficitario como el que tenemos nosotros y con una población que ya en ese momento estaba envejecida. Es una reforma que es una especie de híbrido con un sistema de capitalización. De hecho, tiene una parte de sistema de capitalización, se obliga a los trabajadores a meter parte de su ingreso en una hucha y capitalizarlo, meterlo en un sistema financiero y que eso vaya generando ingresos e intereses.

Y, por otra parte, tiene un sistema que llaman de cuentas nacionales, que es bastante interesante y novedoso. Lo que hace es una especie de ajustes automáticos sobre las obligaciones que tiene el Estado para con los jubilados en función de cosas como, por ejemplo, la masa salarial existente en el país. Por lo tanto, si la economía va muy bien, los salarios van muy bien, se incrementa la masa salarial del país, se pueden pagar mayores pensiones. Si no lo hace, no se pueden pagar mayores pensiones. Estos mecanismos automáticos evitan que se politicen las pensiones. En Suecia sí ha ocurrido.