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Jamás metas un vaso de agua a calentar en el microondas: el aviso urgente de los expertos

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando pensamos en accidentes domésticos con electrodomésticos, solemos imaginar tostadoras, planchas o estufas, pero no un microondas calentando algo tan aparentemente inofensivo como agua. Sin embargo, los expertos advierten del peligro de calentar un vaso de agua en el microondas, ya sea para prepararnos una infusión o un ramen instantáneo. Y, aunque la mayoría de las veces no pasa nada, el sobrecalentamiento del agua es un fenómeno muy peligroso que puede provocar quemaduras.

El sobrecalentamiento ocurre cuando el agua supera los 100°C sin llegar a formar burbujas. Esto parece contradictorio, porque tendemos a asociar la ebullición con burbujeo, pero en el microondas esta regla no siempre se cumple, ya que calienta el agua de manera volumétrica, es decir, desde dentro hacia fuera, y de forma muy desigual. ¿El resultado? Algunas zonas alcanzan temperaturas superiores a 100 °C mientras que otras permanecen más frías.

No calientes un vaso de agua en el microondas sin saber esto

En condiciones normales, el agua hierve cuando se forman burbujas de vapor que ascienden y liberan la energía. Pero para que eso ocurra se necesitan puntos de nucleación. Si el recipiente está demasiado limpio o es muy liso, o si el agua es demasiado pura, las burbujas no tienen de dónde salir. Cuando esto ocurre, el agua se sigue calentando sin llegar a hervir. Una vez sacamos el vaso del microondas y removemos el agua con una cucharilla, la energía atrapada se libera de golpe como una pequeña explosión.

Aunque todos los líquidos se pueden sobrecalentar, el agua es especialmente vulnerable por varias razones. En primer lugar, el agua del grifo, cuando la dejamos reposar en un vaso nuevo o recién lavado, contiene pocas impurezas, y el calor se acumula sin «inerrupciones».

Por otro lado, los vasos nuevos, las tazas de cerámica muy pulidas o el cristal liso no ofrecen puntos de nucleación. Una simple microfisura, un arañazo o una pequeña rugosidad pueden marcar la diferencia. Finalmente, mientras una cacerola avisa con burbujas, vapor y ruido cuando llega a su punto de ebullición, el vaso en el microondas se sobrecalienta «en silencio».

.Este fenómeno no es una exageración ni una leyenda de internet. Cuando el agua sobrecalentada estalla, puede salir disparada hacia la cara y las manos, las zonas que solemos tener más cerca del vaso en ese momento, y las quemaduras pueden llegar a ser de segundo grado.

Cómo calentar agua sin riesgos

La buena noticia es que podemos utilizar este electrodoméstico sin problemas siguiendo unas pautas muy simples. El objetivo es evitar que el agua se caliente de manera uniforme sin que se formen burbujas.

  1.  Introduce un objeto no metálico en el vaso, como un palillo de madera. Este objeto actuará como punto de nucleación, permitiendo que el vapor se libere gradualmente.
  2. Evita llenar el vaso hasta el borde, ya que, cuanto más espacio haya para el vapor, menor será la presión interna.
  3. Calienta en intervalos cortos de 20–30 segundos, removiendo ligeramente entre cada una. De esta manera, el líquido se distribuye mejor y se evita la acumulación de calor.
  4. Una vez transcurrido el tiempo, deja que el vaso repose unos segundos antes de sacarlo.

A modo orientativo, conviene tener presentes algunas referencias básicas para evitar riesgos al calentar agua en el microondas. Un vaso estándar de 250 ml no debería exponerse más de un minuto a potencia media (entre 700 y 800 W).

Si necesitas que el agua esté especialmente caliente, lo más seguro es recurrir siempre a dos o tres ciclos cortos en lugar de un único intervalo largo. Esta técnica permite que el calor se distribuya mejor, facilita la liberación natural del vapor y reduce la posibilidad de que el líquido alcance temperaturas inestables que, al mínimo movimiento, pueden provocar salpicaduras repentinas.

Aunque el microondas destaca por su rapidez, el método tradicional sigue siendo, sin duda, la mejor opción. Una olla al fuego o un hervidor eléctrico permiten observar el proceso en tiempo real: el aumento progresivo de la temperatura, la aparición de las primeras burbujas y el momento exacto en que el agua rompe a hervir. Además, calentar agua de manera más gradual evita  que quede demasiado caliente y pierda calidad o seguridad.

Por ejemplo, para preparar un té verde, lo recomendable es calentar el agua hasta unos 75–80 °C, una temperatura muy inferior a la ebullición. Esta cifra no sólo evita quemar la hoja, sino que ofrece una infusión más suave y menos amarga. Para el café soluble, el rango ideal ronda los 85–90 °C; por encima de esa cifra, el sabor puede deteriorarse y el riesgo de quemaduras aumenta innecesariamente. Los hervidores eléctricos más modernos incorporan funciones de control de temperatura, lo que permite seleccionar estos valores con precisión.

En definitiva, aunque el microondas sea un electrodoméstico seguro y ampliamente utilizado, su particular manera de calentar líquidos puede generar situaciones inesperadas si no se usa con prudencia.