Economía
informe de la consultora Freemarket

España no es país para jóvenes: más del 50% no llega a fin de mes y el 30% está en riesgo de pobreza

La situación de los jóvenes en España es alarmante: el 53% vive en hogares que no llegan a fin de mes, sólo el 31% tiene vivienda propia y el 30% está en riesgo de pobreza

Los diferentes indicadores económicos que publican las organizaciones muestran una panorama desalentador para los jóvenes en España. Vivienda en propiedad, riesgo de pobreza, hogares con dificultades para llegar a fin de mes, bajos salarios, empleo… Todos muestran que los jóvenes viven en la incertidumbre sobre su futuro, según recoge un informe de la consultora Freemarket. «En estos momentos, la juventud tiene por vez primera en este país la posibilidad real de vivir peor que sus padres, hecho inédito desde mediados de los años cincuenta del siglo pasado», señala.

«El grueso de los estudios señala que la precariedad laboral, la alta tasa de paro y la baja actividad de la juventud se traducen en bajos salarios, dificultades para acceder a la vivienda y, en consecuencia, para lograr la emancipación, en perspectivas declinantes sobre sus posibilidades de prosperar y en una enorme incertidumbre sobre el futuro. España ha dejado de ser un país para jóvenes», concluye la consultora.

Precariedad laboral

El empleo de los jóvenes es mayoritariamente precario, denuncia el informe. «Cuanto más jóvenes son los trabajadores, mayor es la
posibilidad de que su empleo sea con una jornada a tiempo parcial», señala. Del total de asalariados de 2023, un 17% tenía un contrato temporal. En cambio, si se calcula este dato extrayendo solamente los grupos de edad de los jóvenes se observa que un 61,7% de los trabajadores con edades comprendidas entre 16 y 19 años, un 46,4% de los trabajadores de entre 20 y 24 años, y un 27,6% de entre 25 y 29 años, trabajaron con un contrato temporal.

Temporales… y con bajos salarios. Los jóvenes entre 16 y 29 años registran un salario un 35% inferior a la media. Pero lo más grave es que «el incremento del sueldo a lo largo de su vida laboral está siendo más lento al registrado en el pasado», advierte. «Mientras la cohorte nacida en 1955 alcanzó la base media de cotización a la Seguridad Social a los 27 años, los nacidos en 1985 no la habían logrado al llegar a los 34 años. En otras palabras, la juventud española actual tarda más que las precedentes en conseguir el nivel salarial medio típico de cualquier profesión», explica.

No llegan a fin de mes

Con estas condiciones, no es de extrañar -señala la consultora- que más de la mitad de los jóvenes entre 16 y 29 años viva en hogares con dificultades para llegar a fin de mes. Según los últimos datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, esa situación afecta al 53,2% de las personas en esa franja de edad, 5,4 puntos porcentuales por encima del promedio de la población. Y eso, pese a que la juventud actual tiene más formación que las predecesoras.

En esa misma encuesta del INE se refleja que la Tasa de Riesgo de Pobreza y Exclusión Social de los españoles en edades comprendidas entre los 16 y los 29 años se situó en 2023 en el 31,2% y la Carencia Material y Social Severa en el 11,5%.

Vivienda

La falta de trabajo y de un sueldo razonable convierte el problema de la vivienda en fundamental para los jóvenes. Según el Banco de España, el 31% de los jóvenes tiene ahora su piso en propiedad, frente al 69% de 2011. Ahora, el 66% de los jóvenes vive en el hogar de sus padres, 13 puntos más que en 2008 y 16 puntos más que la media de la UE.

El motivo, advierte la consultora, es la política errática de vivienda del Gobierno de Pedro Sánchez, con el fiasco del control de los precios de los alquileres y de la vivienda pública.

Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda.

«El problema básico de accesibilidad a la misma por los jóvenes es una consecuencia directa de la restricción de suelo realizada por las administraciones periféricas y por la legislación sobre alquileres existente en España. Ambas se traducen en una reducción de la oferta y, en consecuencia, en una encarecimiento de la vivienda», alerta. Propone dar libertad a arrendadores y arrendados para pactar los precios.

«En conclusión, la situación actual y las perspectivas de la juventud española ha sufrido un manifiesto deterioro en España. Si se asume el tópico por otra parte real de que el futuro de un país y, en consecuencia, de su economía depende del desempeño de las generaciones jóvenes, el escenario es muy inquietante. En estos momentos, la juventud tiene por vez primera en este país la posibilidad real de vivir peor que sus padres, hecho inédito desde mediados de los años cincuenta del siglo pasado», concluye.