¿Qué errores puede cometer un franquiciado?

Una de las dificultades principales ante las que se encuentra un emprendedor cuando abre un nuevo negocio es conseguir que la nueva marca sea reconocida por el público. Hay que realizar grandes esfuerzos en materia de marketing para llegar al posicionamiento buscado y ser conocido por el público objetivo deseado. Para no tener que afrontar esta dificultad, algunas personas deciden invertir en una franquicia. De esta forma, trabajan con una marca que ya tiene presencia en el mercado y existe un franquiciador que se encarga de realizar las distintas campañas.

Visto así, podría parecer que abrir una franquicia, en caso de disponer del dinero necesario para la inversión, es relativamente menos complicado que abrir un negocio propio. Esta falsa creencia es la que puede desembocar en grandes errores.

¿Cuáles son los errores más habituales en una franquicia?

Los puntos en los cuales los franquiciados cometen errores más a menudo son los siguientes:

• No haber calculado correctamente la inversión: en un primer momento, el franquiciador estipula, a partir de la experiencia con otros franquiciados, las necesidades del local y de la zona, una inversión inicial determinada. Ahora bien, puede que la realidad supere las previsiones o que, por ejemplo, haya que hacer frente a gastos imprevistos.

• No tener conocimientos sobre el sector: una de las claves para tener éxito en una franquicia es conocer su mercado. Por ese motivo, la mayoría de emprendedores deciden empezar una nueva actividad en sectores en los cuales tienen experiencia. Otros, en cambio, llevados por la voluntad de realizar un cambio sustancial en sus vidas o por haber trabajado en sectores en decadencia, deciden probar suerte en un sector nuevo y distinto. En este caso, es imprescindible recopilar toda la información necesaria para tener un completo conocimiento del mercado y público potencial.

• No haber contado con la experiencia de otros franquiciados: son otros emprendedores que, en su momento, pasaron por la misma situación. Son una referencia muy importante, porque pueden aportar datos sobre valores intangibles que no son posibles de percibir como, por ejemplo, cómo es la relación con el franquiciador, si éste se involucra mucho en el día a día, cuál es la calidad real del producto, el éxito de las distintas campañas de marketing, si ha habido cambios respecto las condiciones pactadas…

• Valorar incorrectamente la imagen de marca: un emprendedor puede creer que está adquiriendo una marca reconocida y de gran valor entre el público cuando, realmente, va perdiendo peso con el paso del tiempo. Entonces, el principal motivo de inversión, la marca, es una laguna en sí misma.

• No haber comprendido el contrato de franquicia: en este documento se recogen todos los elementos que regirán la relación entre las dos partes. Por lo tanto, deben de quedar claros todos los aspectos y comprender perfectamente temas como el reparto de beneficios o la capacidad del franquiciador para incidir en el funcionamiento de la franquicia.