El error que cometes al pagar con tarjeta y que puede costarte caro
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Hoy en día, pagar con tarjeta es una práctica habitual en cualquier transacción, ya sea en tiendas físicas o en plataformas digitales y más en épocas como esta en la que todo el mundo está entregado a la compra de regalos de Navidad. Sin embargo, esta comodidad viene acompañada de riesgos que muchas personas desconocen o subestiman. Uno de los errores más comunes, y potencialmente costosos, es no tomar las precauciones necesarias para proteger los datos de la tarjeta durante el proceso de pago. Este descuido puede facilitar fraudes, robos de información y cargos no autorizados que terminan afectando tanto a los usuarios como a las entidades financieras.
Aunque las medidas de seguridad avanzan al ritmo de las innovaciones tecnológicas, los delincuentes encuentran nuevas formas de vulnerar sistemas y aprovechar el menor descuido. Por ello, es imprescindible conocer las prácticas recomendadas para evitar convertirse en víctima de estas situaciones. Desde verificar las transacciones hasta proteger los datos personales, la prevención es clave para evitar problemas mayores. A continuación, analizaremos los principales errores que se cometen al pagar con tarjeta y cómo evitarlos y en concreto, nos centramos en uno que es de lo más común. También repasaremos las mejores estrategias para garantizar la seguridad tanto en pagos físicos como en compras online.
El error que cometes al pagar con tarjeta y que puede costarte caro
Cuando vayas a hacer tus pagos con tarjeta debes tener siempre mucho cuidado ya que hay errores que pueden provocar que acabemos siendo estafados o víctimas de un fraude. Por ejemplo, ya no se hace tanto, pero años atrás era fácil que si en un comercio, como un restaurante, nos pedían la tarjeta para pasarla por el datáfono, la gente solía entregarla sin más. Se trata de todo un descuido que supone la oportunidad perfecta para que alguien pueda copiar los datos o incluso clonar la tarjeta en cuestión de segundos. La técnica conocida como skimming parece algo más complicada hoy en día ya que no solemos dar a nadie la tarjeta, pero es un ejemplo de cómo los datos de las tarjetas pueden ser robados al utilizar dispositivos de pago aparentemente seguros.
Pero hay un error todavía mayor y que además seguimos reproduciendo cada dos por tres. Se trata de no revisar el importe en el terminal antes de introducir el PIN o confirmar la transacción. Este paso es crucial para evitar cargos indebidos, ya sea por error o intencionalmente. Además, es recomendable solicitar siempre un recibo de la operación para tener un respaldo en caso de disputas futuras.
El error en la tarjetas contactless
En el caso de las tarjetas con tecnología contactless, aunque permiten realizar pagos de forma rápida, también presentan ciertos riesgos si no se gestionan correctamente. Por ejemplo, estas tarjetas pueden realizar transacciones de pequeños importes sin necesidad de un PIN, lo que facilita compras no autorizadas si caen en manos equivocadas. Una solución sencilla es desactivar esta función mediante la aplicación del banco o solicitar una tarjeta sin esta característica.
La seguridad al pagar con el móvil
El uso de teléfonos móviles para pagos ha crecido exponencialmente en los últimos años, gracias a sus altos niveles de seguridad. Sin embargo, no son infalibles. Un error frecuente es no proteger adecuadamente el dispositivo. Contraseñas débiles o patrones fáciles de adivinar pueden facilitar el acceso no autorizado en caso de pérdida o robo del móvil. Por esta razón, se recomienda utilizar sistemas biométricos como la huella dactilar o el reconocimiento facial.
Además, si el dispositivo se deja en manos de terceros, como en reparaciones, es crucial eliminar las tarjetas registradas temporalmente para evitar que alguien pueda acceder a ellas. También es buena práctica revisar periódicamente la actividad de las tarjetas asociadas a la aplicación para detectar posibles movimientos sospechosos.
Cuidado con las compras por internet
Las compras online, aunque convenientes, representan un terreno fértil para el fraude. Muchos usuarios cometen el error de introducir los datos de la tarjeta en sitios web poco seguros. Para evitar esto, siempre debe verificarse que la dirección web incluya el prefijo https y un candado en la barra de direcciones. Estas son señales de que el sitio utiliza encriptación para proteger la información transmitida.
Otro error es no activar medidas de seguridad adicionales como la verificación en dos pasos. Muchos bancos ofrecen la opción de enviar un código de confirmación por SMS o a través de su aplicación, lo que añade una capa extra de protección. Asimismo, el uso de tarjetas virtuales para compras online es una alternativa segura, ya que estas se diseñan específicamente para un número limitado de transacciones y minimizan el riesgo de exposición de la tarjeta principal.
Qué hacer en caso de fraude o pérdida de la tarjeta
La rapidez con la que se actúe ante un caso de fraude es crucial. Si se detectan movimientos sospechosos, se debe notificar de inmediato al banco para que se cancele la tarjeta afectada. Según la normativa vigente, el usuario solo es responsable de los cargos no autorizados hasta un límite de 50 euros, siempre que comunique la incidencia lo antes posible. Sin embargo, desde el momento en que la tarjeta se anula, el banco tendrá que hacer frente al total de los gastos fraudulentos.
En casos de robo o pérdida, es igualmente importante interponer una denuncia ante las autoridades y consultar si las pólizas de seguro, como las del hogar, ofrecen cobertura para este tipo de incidentes. Algunas entidades bancarias incluso permiten bloquear la tarjeta directamente desde sus aplicaciones móviles, una herramienta útil en situaciones de emergencia.
Recomendaciones generales para evitar problemas
Para protegerse de los riesgos asociados a los pagos con tarjeta, es fundamental adoptar ciertas prácticas de seguridad:
- Memorizar el PIN y evitar anotarlo en lugares accesibles o fáciles de relacionar con la tarjeta. Este número nunca debe compartirse con terceros.
- Revisar periódicamente el estado de cuenta, asegurándose de que todos los cargos correspondan a transacciones legítimas.
- Destruir los comprobantes de pago o extractos bancarios antes de desecharlos, ya que contienen información sensible.
- Evitar responder a correos electrónicos sospechosos o mensajes que soliciten datos bancarios. Las entidades legítimas nunca piden esta información por correo o teléfono.
- Utilizar notificaciones bancarias por SMS o correo electrónico, de forma que cualquier cargo en la cuenta sea detectado inmediatamente.
El uso de tarjetas de crédito y débito facilita enormemente nuestras vidas, pero también requiere de precauciones al pagar con tarjeta para evitar problemas. No perder de vista la tarjeta, proteger los datos personales y tomar medidas adicionales en pagos online son pasos esenciales para mantener nuestra seguridad financiera. Aunque algunas situaciones pueden parecer inevitables, una actitud vigilante y proactiva puede marcar la diferencia entre un simple susto y una pérdida económica significativa. ¿Estás listo para revisar tus hábitos de pago y mejorar tu seguridad?.