Los trabajadores denuncian que AhorraMás coloca a dedo a sus representantes sindicales

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Borja Jiménez

Los trabajadores de AhorraMás vuelven a la carga. Tras denunciar mediante un comunicado lo que ellos consideran que ha sido un gran fraude en las elecciones sindicales de la compañía, ahora van todavía más allá, y acusan directamente a AhorraMás de colocar a dedo a los representantes sindicales que “más le convienen”.

Paco Torrico, Secretario General de Marea Sindicalista, explica que “las centrales sindicales de UGT y CCOO deberían explicar los resultados electorales en esa empresa durante 2012”, ya que, como adelantó este periódico, denuncia pactos sindicales entre CCOO y UGT.

Tal y como ha explicado el sindicato Marea Sindicalista, según los censos electorales, la empresa cuenta con 4.949 trabajadores distribuidos en 110 supermercados y un centro logístico cuyo censo se establece en 736 al objeto de no superar los 751, de modo que sólo nombran 17 delegados e lugar de los 21 que deberían de salir elegidos ya que, según nos dicen, los trabajadores superan los 800 trabajadores en ese centro.

Es decir, que de los 341 delegados nombrados, 171 corresponden a UGT y 170 a CCOO. Lo primero que llamó la atención, en este sentido, es que ahí donde presenta candidatura UGT no presenta CCOO y viceversa, “lo cual nos lleva a pensar que lo que dicen los trabajadores en su carta denuncia es cierto y por tanto se pacta entre empresa y esos sindicatos que se dicen de clase”, explica Torrico.

De este modo, según explica el sindicalista, “es la empresa quien determina quienes son los delegados en cada una de las tiendas, es decir que es la propia empresa la que designa y nombra a los delegados sindicales, lo que constituye no sólo un fraude electoral sino un posible delito por conculcación de derechos fundamentales y libertades sindicales”.

Para Torrico, lo más grave de todo es que tanto UGT como CCOO se presten a ese fraude a cambio de sólo el reparto de las subvenciones por delegados. “Difícil de creer”, explica el sindicalista, que cree que “esos delegados impuestos por la propia empresa, de nada sirven como representantes de los trabajadores sino más bien como representantes de la empresa e imaginamos que dispuestos a firmar cuanto la empresa les digan que han de firmar, despidos de trabajadores, calendarios, horarios, etc. Con lo que la empresa tiene asegurada la paz social a pesar de lo que se dice que muchos de esos trabajadores tienen jornadas de trabajo que superan las 50 horas semanales como jornada normal de trabajo”.

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