`
Economía
aerolíneas

Los empleados de Ryanair en Santiago denuncian que se enteraron por la prensa de sus despidos y traslados

La aerolínea tendrá que reubicar a 180 empleados, algo que planeaba para evitar la legislación laboral española

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

La aerolínea irlandesa Ryanair ocultó a sus empleados el cierre de la base de Santiago de Compostela que adelantó OKDIARIO en febrero, según explican a este periódico fuentes de la empresa. Los trabajadores de la compañía se tuvieron que enterar por la prensa de la medida, así como de la cancelación de todos los vuelos a Vigo y Tenerife Norte y la reducción de su capacidad en AsturiasSantanderZaragoza y Canarias este invierno.

«Han esperado hasta la mañana de este miércoles para informar al sindicato», aseguran las mismas fuentes. «Al mismo tiempo, salía la noticia en toda la prensa», han lamentado.

Los recortes de Ryanair para presionar a Aena para que rebaje sus tasas aeroportuarias afectan a una gran cantidad de empleados. Sólo en Santiago, va a provocar que 180 personas deban de ser reubicadas, o bien dentro de España, o en el exterior.

Las fuentes explican que la retirada de un avión impone mover de su actual puesto a 15 comandantes, 15 copilotos y 60 tripulantes de cabina, y en la base de Santiago había dos aeroplanos. No obstante, los empleados de Ryanair no descartan que la compañía tome la decisión de llevar a cabo despidos.

Los empleados de Ryanair

Tal y como adelantó este periódico, la aerolínea lleva tiempo estudiando la manera de reubicar a al menos parte de sus trabajadores españoles en otros países por la «rígida regulación laboral» que considera que hay en España.

En concreto, la empresa «está acostumbrada a operar en lugares en los que no hay tantas normas, como Irlanda o Reino Unido», y considera que la ley española es demasiado exigente.

Las fuentes indican que Ryanair no entiende cuestiones como «la larga duración de las bajas» como la de «paternidad», algo que «no existe en otros países». Por ello, la aerolínea busca formas legales de minimizar el impacto de estas regulaciones.

Un avión de Ryanair.

Por ello, el cierre de la base de Santiago y el recorte de vuelos en varias zonas de España, además de servirle para presionar a Aena, da vía libre a la compañía para trasladar a sus empleados a zonas con regulaciones laborales más laxas.

«Es muy difícil echar de una base a los empleados», confiesan las fuentes. Pero, con un cierre definitivo de una de ellas sustentada en una guerra tarifaria, la compañía tiene la excusa perfecta para llevar a cabo recolocaciones.

La compañía ha buscado fórmulas en el pasado que han acabado siendo infructuosas, como recurrir a trabajadores por cuenta propia. Sin embargo, las denuncias del sindicado Sepla, que calificaron estas relaciones como «contratación de falsos autónomos», y otras presiones «del Gobierno» han impedido que la empresa pueda esquivar la regulación por estas vías.

Los trabajadores de la aerolínea eligen una base para establecerse, siguiendo las vacantes y los sitios libres que hay en los diferentes lugares. Las fuentes indican que, por ejemplo, «la mayoría de los gallegos eligen la base de Santiago de Compostela», al menos hasta el momento.

Es decir, cada uno busca la base más cómoda siguiendo criterios como la cercanía a su casa. Ahora, estos empleados tendrán que buscar otra base, según sus preferencias y necesidades.