Ryanair comienza a desmantelar sus bases de Santiago, Valencia y Sevilla y trata de presionar a Aena
Alrededor de 90 trabajadores se van a ver obligados a reubicarse dentro o fuera de España


Ryanair se prepara para eliminar aviones de sus bases de Santiago de Compostela, Sevilla y Valencia; algo que puede ser un preludio de su cierre, tal y como afirman fuentes de la compañía a OKDIARIO. De esta forma, la aerolínea se estaría preparando para una posible retirada de algunas zonas de España, aunque, por el momento, espera utilizar la retirada de estos aeroplanos como forma de presión para que Aena rebaje sus tasas aeroportuarias.
Unas tasas que, a diferencia de las del resto de Europa, han estado congeladas durante años en España. Sin embargo, a Ryanair no le basta con esto, por lo que busca la manera de ejercer presión. El próximo movimiento, tal y como ha podido saber este periódico, va a ser la retirada de tres aviones de sus bases.
«La decisión está tomada», aseguran las fuentes. Una decisión que va a provocar que 90 personas deban de ser reubicadas, o bien dentro de España, o en el exterior. Las fuentes explican que la retirada de un avión impone mover de su actual puesto a 15 comandantes, 15 copilotos y 60 tripulantes de cabina.
«Si en España tiene que haber, de media, 5,4 juegos de comandantes y copilotos y 4 tripulantes de cabina por cada avión, hay que reubicar a 5 comandantes, 5 copilotos y 20 tripulantes de cabina por cada uno», explican las fuentes.
Las bases de Ryanair afectadas
De esta forma, Ryanair dejaría a Santiago de Compostela sin uno de los tres aviones que mantiene ahora mismo en su base, es decir, el 33%. Las fuentes indican que esto significaría una estocada muy grande a la ciudad gallega, pues la dejaría al borde del cierre definitivo: «Con dos aviones, puedes cerrar la base en cualquier momento». En cambio, en Sevilla se reducirán los aviones de 6 a 5 y en Valencia de 8 a 7.
Las fuentes indican que Ryanair tiene bases en España que no planea modificar, como puede ser la de Madrid o la de Málaga, pues son enormemente necesarias para mantener su negocio en el país. Sin embargo, la aerolínea podría a estar dispuesta a deshacer posiciones en otras zonas del territorio nacional para presionar a Aena.
Otras fuentes, sin embargo, aseguran que «no tiene por qué haber motivaciones políticas» tras la decisión de la compañía, aunque no lo descartan, y explican que este movimiento se lleva preparando desde hace más de un año.
Estas medidas de la aerolínea, según explican las fuentes, coinciden con las puertas abiertas que el Gobierno marroquí le está dejando: «Ryanair ha entrado con todo en Marruecos. Le han dado muchas facilidades, incluso está a punto de acabar con la aerolínea local». De esta forma, la estrategia de la empresa podría ser aumentar su apuesta por el Norte de África mientras pone a España en un lugar más secundario.
Las tasas de Aena
La aerolínea lleva tiempo enfrentada con Aena por sus tasas. La compañía española asegura que los argumentos de Ryanair son «espurios» y que los recortes que plantea son una mala práctica que tiene como objetivo «presionar a las instituciones». Y es que la empresa irlandesa ya había anunciado recortes en el número de vuelos y el cierre de sus operaciones en Valladolid.
Aena insiste que la tarifa de 10,35 euros por pasajero es «la más baja de Europa» y aseguró que Ryanair incrementó un 8,75% su actividad en 2024 con la misma tarifa media, algo en lo que coinciden las fuentes de la aerolínea consultadas por este periódico.
Además, el gestor aeroportuario recuerda que existen incentivos comerciales sufragados por ella misma en los aeropuertos regionales, disponibles para todas las compañías aéreas, que permiten que las tasas aeroportuarias bajen hasta casi dos euros por pasajero.
En cuanto a las exigencias de la compañía para rebajar las tasas, en su opinión, están «desprovistas de cualquier cortesía». Aena señala que podrían conculcar la Ley 18/2014 de aprobación de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia. Por todo ello, lamenta que Ryanair utilice estos argumentos, «que no se corresponden con la realidad», para confundir a los ciudadanos y para «presionar descaradamente» a las instituciones públicas y regionales.