Economía
Energía

La economía confirma su frenazo: el consumo de electricidad cae un 7% en diciembre pese al desplome del precio

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La demanda de electricidad cayó en diciembre por quinto mes consecutivo, lo que confirma el frenazo de la economía y que la recesión que anticipa la mayoría de los organismos cada vez está más cerca. Según los datos de cierre de mes de Redeia -antigua Red Eléctrica-, el gestor del sistema nacional, el mes pasado la demanda de electricidad fue un 7,2% inferior a la de diciembre de 2021.

El descenso de diciembre de 2022 es más llamativo si tenemos en cuenta que el precio de la luz en el mercado regulado experimentó un fuerte descenso hasta llegar a valer cero en ciertas horas de la Nochevieja (el 31 de diciembre el precio medio fue de 1,82 euros). Es decir, esta fuerte rebaja del precio no se tradujo en un mayor consumo de energía.

Además, esta caída confirma la tendencia de los últimos meses: en octubre, la demanda eléctrica bajó un 4%, y en noviembre, un 9%. En el conjunto de 2022, el descenso del consumo fue del 2,3% (3,2% si se toma la cifra desestacionalizada), una bajada menor que la de diciembre que se explica por la gran cantidad de energía exportada a Francia, que la compra más barato que los consumidores españoles al no tener que pagar la compensación a las gasistas.

Por tanto, el descenso de diciembre no es algo puntual provocado por la menor cantidad de días laborables con el puente de la Constitución y las fiestas navideñas. Algo que confirma la evolución del consumo industrial, mucho más significativo que el de los hogares.

Según datos de noviembre (los últimos disponibles), el consumo de electricidad está cayendo a un ritmo interanual del 23% en la industria metalúrgica, del 7,1% en la mineral, del 6,7% en la papelera, del 6,3% en la alimentaria, del 4,1% en el comercio al por mayor o del 3,9% en el automóvil.

«Si un bar o una peluquería cierra, abre otro, pero si una industria cierra, no vuelve a abrir», explica un experto en energía. A su juicio, la caída del consumo eléctrico industrial es mucho más relevante que la cifra de demanda total, que además es provisional puesto que Red Eléctrica tarda meses en ajustar el consumo real de los pequeños consumidores.

Indicadores negativos

Este indicador del deterioro de la economía se suma a otros como la demanda de gas o la venta de coches. Hasta el mercado laboral, que hasta ahora resistía bastante bien el enfriamiento económico, ya da claras señales de deterioro: sólo el 15% de los contratos nuevos son a tiempo completo y, sobre todo, el aumento del desempleo (no se crean menos puestos de trabajo, sino que ya se están destruyendo) en la industria y la construcción.

La demanda eléctrica nacional alcanzó los 250.596 gigavatios/hora (GWh) en el conjunto de 2022, con la citada caída del 2,3%. La producción renovable supuso en 2022 el 42,2% del ‘mix’ nacional, con la eólica como segunda fuente de generación (22,2% del total) y la solar fotovoltaica como la cuarta (10,1%). La energía procedente de fuentes no renovables supuso en 2022 el 57,8% del total, con los ciclos combinados (gas) representando el 24,7% y la nuclear, el 20,2%.

El desplome del precio de la luz en las subastas diarias de diciembre se explica por la conjunción de unas temperaturas inusualmente templadas para la época del año -lo que reduce la demanda- con unas fuertes lluvias y vientos, que han permitido una gran generación de energía hidráulica y eólica, lo que ha evitado tener que utilizar el gas (la energía más cara).