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El dulce navideño más sano y apto para intolerantes está en Mercadona y va a volar

El espíritu de la Navidad ha llegado a Mercadona. Solo hace falta dar una vuelta por cualquier de sus supermercados en España para comprobar como ya ha puesto a la venta algunos de los productos esenciales para la mesa en Navidad, como el turrón, los bombones o también marisco y otros alimentos para la cena de Nochebuena o la comida de Navidad. A todos ellos le suma además ahora un dulce navideño que es el más sano y apto para intolerantes y que debido a su increíble precio va a volar de modo que no dudes en ir a por él en cuanto tengas ocasión.

El dulce navideño más sano y apto para intolerantes está en Mercadona y va a volar

Un dulce navideño que encontrarás en Mercadona y que además de recomendaros por estar elaborado sin glúten y sin lactosa, es uno de los más tradicionales que comemos en Navidad. De hecho, no falta en ninguna casa.

El dulce en cuestión no es otro que el Roscón de reyes que como decimos, no lleva ni glúten ni lactosa, por lo que es perfecto para que lo pueda saborear toda la familia cuando llegue el 6 de enero, Día de Reyes, incluyendo a aquellos que tengan intolerancia a la lactosa o sean celíacos. Aunque sí que debemos añadir que Mercadona advierte que puede contener restos de frutos secos y en concreto, de cacahuetes.

No os preocupéis además por ir a comprarlo antes de tiempo. Os aconsejamos de hecho que lo hagáis ya que no hace ni una semana desde que se puso a la venta y ya se está agotando en muchos supermercados de Mercadona porque además, solo nos va a costar 7 euros. El peso apróximado del roscón es de 370 gramos e incluye figura y haba.

Además del precio, el otro motivo para que esté teniendo tanto éxito, es que se trata de un producto congelado por lo que podemos comprarlo ahora cuando todavía estamos a más de un mes vista de la Navidad, y meterlo en el congelador cuando llegue el momento de compartirlo con la familia.

Tal y como se explica en la caja del roscón, este se debe meter en el congelador a una temperatura que preferiblemente sea de -18 grados y dentro de la mencionada caja. Cuando llegue el momento de descongelarlo, tan solo tenemos que sacarlo y dejarlo a temperatura ambiente durante unas tres horas. 

Cuando esté descongelado ya se puede comer y si sobra podemos guardarlo en el frigorífico aunque se advierte que es mejor comerlo en un plazo de dos días y nunca volver a congelar.