Economía

La cumbre para negociar los presupuestos de la Unión Europea acaba en 20 minutos sin acuerdo

La cumbre que se ha celebrado este viernes para aprobar los presupuestos de la Unión Europea (UE) para los próximos siete años continúa atascada, toda vez que ha finalizado sin acuerdo tras una reunión de apenas 20 minutos.

Los líderes llegaron por la mañana, ya que la cumbre estaba prevista para las 11 de la mañana, sin embargo, por motivos ajenos se ha ido retrasando hasta las 19,00 de la tarde. Apenas pasados 20 minutos, la reunión finalizaba sin ningún acuerdo y, lo que es peor, sin ningún tipo de progreso.

Lo cierto es que las esperanzas de alcanzar un acuerdo eran prácticamente nulas, tal y como han reconocido a OKDIARIO fuentes de Bruselas, que explican que lo más probable es que se produzca una nueva reunión en las próximas semanas.

Propuesta

Los líderes de la Unión Europea discuten una nueva propuesta para presupuesto comunitario de los próximos siete años que no incluye cambios significativos en los recortes planteados por el anterior borrador y además reduce el volumen global del mismo.

Se trata de un «documento técnico» elaborado por los servicios de la Comisión Europea después de todos los contactos que han tenido lugar desde que este jueves comenzara la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno, que ahora deben examinar en detalle la propuesta en una reunión conjunta que tendrá lugar próximamente.

En concreto, plantea un presupuesto de la UE para el periodo 2021-2027 que equivale al 1,069% de la renta nacional bruta (RNB) del bloque, un porcentaje cinco centésimas menor a la anterior propuesta (1,074%) y mucho más cercana a la que los líderes europeos rechazaron en diciembre del año pasado (1,07%).

Aunque todavía se desconoce la dotación concreta de cada programa, como la PAC, fuentes comunitarias han explicado que hay cambios «por todas partes», pero «nada significativo». En la Política de Cohesión, por ejemplo, apuntan a «modificaciones marginales».

Además, se mantienen, los ‘cheques’ a través de los cuales se devuelve a Alemania, Suecia, Dinamarca, Países Bajos y Austria parte de sus aportaciones nacionales a las cuentas comunitarias, aunque con «modulaciones».

Por el lado de los ingresos, el documento mantiene la creación de un impuesto sobre el plástico no reciclado como nuevo recurso propio de la Unión, pero elimina la propuesta para que se inyectara en el presupuesto comunitario parte de los beneficios derivados del sistema de comercio de emisiones (ETS, por sus siglas en inglés).

Su intento, el único real, había sido confiar en una propuesta técnica elaborada por la Comisión Europea, pero el no rotundo de todas las partes zanjó toda especulación.