Nace el ‘crowdlending’ para paliar la sequía crediticia: ¿Banca en la sombra o financiación 2.0?

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(Foto: GETTY/ISTOCK).
Borja Jiménez

Los expertos, ante la constante incertidumbre que atraviesa los mercados financieros, recomiendan dejar en liquidez los ahorros o, como mucho, invertirlos en uno de los llamados sectores refugio, aquellos sin apenas riesgo, pero también sin apenas rentabilidad. La Bolsa puede resultar demasiado arriesgada, y la renta fija poco atractiva. Por ello, puede ser un momento para buscar nuevas alternativas en las que depositar nuestro dinero a cambio de un retorno interesante.

El crowdlending podría ser una de esas opciones. Todo inversor busca sacarle el máximo rendimiento a sus ahorros, a poder ser, sin exponerlos a un riesgo demasiado elevado. Y precisamente son esas las dos características que aglutina esta nueva forma de financiación. El crowdlending es un nuevo modelo alternativo de financiación e inversión que consiste en que una multitud de inversores aportan sus fondos a modo de préstamo para financiar proyectos empresariales.

Los inversores prefieren quedarse con el dinero en efectivo que invertir (Foto: Getty).

“El crowdlending es una forma de financiación para PYMEs o particulares, que viene de múltiples prestamistas. Al final, es una plataforma electrónica donde se encuentran personas o PYMEs que piden un préstamo, y personas prestamistas que dejan una cantidad, una parte del préstamo”, explica Eloi Noya, director de desarrollo de negocio de LoanBook, una de las principales plataformas de crowdlending en España.

¿Cómo solicitar un préstamo crowdlending?

Desde Crowdlending.es, explican los pasos a seguir para financiarse a través del crowdlending. Según señalan, el primer paso consiste en que la empresa necesitada de liquidez acude a una empresa de crowdlending para encontrar asesoramiento. En función de la solvencia y la seguridad de la empresa solicitante, la compañía de crowdlending impone la cantidad a la que puede acceder a través de su plataforma.

Luego se le hace un pequeño estudio de solvencia, que básicamente consiste en comprobar que no está en el ASNEF o RAI, que no tiene juicios por impagos y que la empresa ha dado beneficios en su último ejercicio a través de un pequeño estudio de sus cuentas de resultados. Si pasa este filtro, automáticamente la solicitud de financiación se publica en el Marketplace (lugar web en donde se publican los proyectos de financiación).

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En la publicación de la solicitud de financiación se marca un plazo de pocos días para que todo inversor interesado haga su puja y ofrezca la cantidad de dinero que quiere invertir y a qué tipo de interés. «Es importante no poner muy alto dicho tipo porque te puedes quedar fuera de la subasta y tampoco ponerlo demasiado bajo, porque la empresa de crowdlending te pagará el tipo que tu pongas, independientemente del tipo medio que salga al final de la subasta y que será el que pagará el promotor», explican desde Crowdlending.es.

Una vez conseguido el 100% de la financiación, se cierra la subasta, se fija el tipo de interés medio que tendrá que pagar el promotor y se formaliza el contrato de préstamo. A partir de ese momento la empresa de crowdlending se encargará de cobrarle las cuotas al promotor y de ingresárselas a los inversores con sus respectivos intereses particulares de cada uno.

¿Puede haber impagos?

Ninguna inversión es segura. “Si hay un impago -el inversor tiene que ser consciente de que tiene que asumir esta pérdida- nosotros no dejamos al inversor solo, sino que empezamos un proceso de recobro. En nuestro caso, se inicia un procedimiento ejecutivo, y se intenta recuperar esta deuda. Normalmente, algo se recupera, aunque no sea todo. El inversor ha de ser consciente, sin embargo, de que tiene que asumir esta pérdida”, explican desde LoanBook. “Nosotros llevamos 3 años funcionando, con 300 créditos otorgados solo hemos tenido 4 impagos. Y están todos en proceso de recobro. La morosidad es del entorno al 1,5%”, señala.

Banca en la sombra

Como ya adelantamos en OKDIARIO, la preocupación de las entidades bancarias sobre aquellas financieras que no están bajo el paraguas regulatorio de los bancos va a más. Y el crowdlending, claro, es un buen ejemplo de este nuevo tipo de financiación, la conocida como banca en la sombra.

“El concepto de banca en la sombra es ya negativo y oscuro”, entiende Noya. “Nosotros tenemos máxima transparencia. Estamos creando un mercado electrónico de créditos a PYMEs. Los inversores se tienen que registrar, se pasan todos los requisitos de blanqueo de capitales, estamos regulados por la CNMV y por el Banco de España, y por tanto, hay la máxima transparencia. También en cuanto a precios. La ventaja de las empresas respecto a obtener un crédito en el banco es que en el banco hay un tipo de interés, pero luego hay una venta cruzada de productos, hay comisiones ocultas, y es una relación complicada entre el banco y la PYME. En el caso de nuestra plataforma, la empresa pide un crédito y sabe que tiene dos costes, uno es el tipo de interés, que es íntegro para el inversor, y otro es la comisión de apertura, que son los honorarios de la plataforma”.

“Esta comisión de apertura lo paga la empresa que solicita el crédito, y solo se paga si se obtiene dicho crédito. La comisión, en términos anuales ronda el 1,5 y el 2,5%”, concluyen desde LoanBook.

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