Economía

Chocolates Eureka se muda a Cataluña: «No aceptaremos la hostilidad independentista, si gruñen, que gruñan»

La fuga de empresas de Cataluña es una realidad. Sin embargo, existen empresas que han decidido ir a contracorriente, como La Colonial de Eureka, empresa chocolatera que trasladará su sede social de Madrid a Barcelona. 

OKDIARIO ha hablado con el presidente de La Colonial de Eureka, Francisco González Carrera, hombre de negocios con 25 años de experiencia en la consultora Ernst & Young, que se enamoró del proyecto de la chocolatera (todavía) madrileña.

La gran duda es: ¿cómo encarar un proyecto en el que la cuota de mercado ya está completamente monopolizada por Cola Cao y Nesquik (aglutinan cerca de un 85% de las ventas en España)? El sector del cacao soluble está en un consumo estabilizado, aunque es muy estacional. Está haciendo cifras anuales del entorno de los 200 o 300 millones de euros anuales. En España, sin embargo, el crecimiento de este mercado está ya limitado; y fuera de nuestras fronteras también es complejo, porque los gustos alimenticios son diferentes.

«Hay dos jugadores que controlan el partido prácticamente en los lineales», reconoce González Carrera, que explica que «CaoFlor -el chocolate soluble de la compañía-, como empresa histórica, tiene una calidad, y debe buscar ese hueco que al gran jugador le cuesta jugar». Bajo su punto de vista, «lo que tiene que hacer una empresa pequeña es tratar de arañar cuotas de los dos dominantes». 

«Hay que buscar el derecho a equivocarse, que ellos -los grandes- no lo tienen. No se lo pueden permitir», insiste un entusiasmado González Carrera, que se muestra optimista de cara al futuro. Su objetivo: pasar a facturar 50 millones anuales desde los 6 millones actuales.

Mudanza a Cataluña

Para el presidente de La Colonial de Eureka, el boicot de España a Cataluña no es tal… más bien al revés. «Yo creo que lo que hay es un boicot en Cataluña tradicional e histórico a los productos que vienen de fuera», explica González Carrera, que recuerda que «la balanza comercial de Cataluña con el resto de las Comunidades es tremendamente positiva para ellos». «Boicot es el que ha habido por su parte», insiste.

«Es muy difícil vender en Cataluña productos que no son catalanes».

«Es muy difícil vender en Cataluña productos que no son catalanes», afirma González Carrera que, pese a ello, ha optado por marcharse de Madrid a Cataluña. «Hemos llegado al acuerdo de cambiar el domicilio social de Madrid a Barcelona, donde viven unos 8 millones de personas. Es un mercado interesante, y tenemos un producto mejor que el de la competencia. No tenemos nada que ocultar ahí. Además, hay seguridad jurídica, no sé por qué se han ido los demás. Hay leyes y se cumplen», explica.

Pero, entonces, ¿se marchan a Barcelona para ser aceptados? «No es hacerse catalanes para que nos acepten. Simplemente es un gesto empresarial, casi de responsabilidad corporativa. ¿Por qué tengo yo que aceptar su hostilidad? El que gruña, pues que gruña. Hay ocho millones de españoles ahí y otros ocho millones de turistas que nada tienen que ver con esta guerra. ¿Por qué vamos a renunciar a ese mercado? Es un mensaje a la comunidad empresarial de que ese territorio no hay que abandonarlo», responde.

¿Por qué tengo yo que aceptar su hostilidad? El que gruña, pues que gruña

«Yo estoy seguro de que no seremos recibidos con hostilidad en Cataluña. Hay seguridad jurídica, hay completa normalidad, más allá de los vaivenes políticos», afirma González Carrera, que concluye diciendo que «al que le guste bien, y al que no, que mire para otro lado».