Economía

CaixaBank y BBVA son los favoritos para comprar Liberbank en 2018

Liberbank se ha convertido en un objeto de deseo especialmente tras la ampliación de capital y su reducción de activos problemáticos, limitando su exposición al sector inmobiliario. Aunque su presidente Manuel Menéndez ha manifestado a la plantilla que la intención del consejo de administración de la entidad es continuar en solitario, el mercado espera que el próximo año protagonice una fusión. Los favoritos para realizar esta operación de concentración son CaixaBank y BBVA.

Una de las claves que hacen pensar a los analistas que se producirá una fusión en 2018 se encuentra en la cotización de las acciones de Liberbank, que se han comportado bien tras la retirada de la prohibición de las operaciones bajistas sobre el valor. El hecho de que los principales accionistas del banco acudieran a la ampliación de capital ha sido visto por muchos gestores como un indicador de confianza. Todo lo contrario que lo sucedido en el caso de Banco Popular, cuyos directivos se pusieron de perfil en la polémica ampliación de capital que ha terminado en los tribunales.

Fuentes financieras consultadas por OKDIARIO indican que el mantenimiento del precio de los títulos de Liberbank por encima de los 0,40 euros es una señal de que existe interés por parte de los inversores en el valor por dos motivos: en primer lugar porque confían en que el saneamiento realizado por el banco le permita aprovechar la senda alcista de tipos de interés cuando finalmente se produzca en la eurozona; y en segundo lugar porque esperan una fusión con un gran banco del Ibex. Liberbank ha pasado de tener una capitalización de poco más de 400 millones de euros a superar los 1.280 millones.

En cuanto a los candidatos, CaixaBank ya manifestó su interés en adquirir Liberbank, aunque públicamente su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, nunca lo ha manifestado. Siempre que ha sido preguntado por esta cuestión el directivo ha destacado que en la actualidad la prioridad de la entidad financiera es digerir la operación de integración del luso BPI.

De hecho, unos días antes de la ampliación de capital de Liberbank un informe elaborado por Banco Santander apuntaba a CaixaBank como uno de los favoritos para fusionarse con la entidad que preside Menéndez. En este informe Santander apuntaba que el “potencial comprador” podría reducir temporalmente su ratio de capital de máxima calidad (CET1 fully loaded) hasta el 11% para minimizar el impacto de la integración. A su juicio CaixaBank necesitaría capital adicional por valor de 840 millones de euros para realizar la fusión.

Aunque Santander también citaba a Bankia como “potencial comprador”, lo cierto es que en el mercado nadie considera factible que la entidad que preside José Ignacio Gorigolzarri participe en una concentración hasta que el Estado haya salido del capital. Aunque el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha realizado este lunes una colocación acelerada del 7% de los títulos que posee en el banco, lo cierto es que todavía posee el 60% del capital.

“Se ha hablado mucho de Bankia en lo relativo a fusiones en el sector financiero, pero todos parecen olvidar que si Bankia se integra con otra entidad, como el Sabadell o Liberbank, esto supondrá una nacionalización del banco que participe en la integración, ya que se intercambiaría papel [acciones] y el Estado entraría en el capital del compañero de viaje de Bankia”, señalan fuentes cercanas al Ministerio de Economía.

En cuanto a BBVA, su reciente anuncio de desinversión en Chile le aporta músculo financiero para poder absorber Liberbank, ya que las plusvalías esperadas alcanzan los 640 millones de euros. El impacto positivo en el ratio de capital de máxima calidad rondará los 50 puntos básicos.

Desde la integración de Caixa Catalunya el banco que preside Francisco González ha buscado oportunidades para aumentar su presencia en el mercado español, aunque no haya concretado ninguna. A finales del pasado año BBVA llegó a sondear la fusión con Banco Popular, operación que volvió a estudiar en los días previos a su resolución,  lo que confirma que González no quiere asistir como un convidado de piedra al proceso de concentración del sector financiero español.

La postura de Liberbank una vez superada la ampliación de capital es clara: continuará su camino en solitario en el sector financiero español y, si se produce una fusión con otra entidad, su objetivo es que sea voluntaria y de mutuo acuerdo sin la presión bajista en el mercado.

La reducción de sus activos improductivos (NPAs) y la vuelta de la confianza del mercado le permitirá retomar el dividendo en 2018. Sobre el papel los números del banco cuadran y, si logra su objetivo, alcanzará un nivel de solvencia muy por encima de lo que exigen las autoridades, con un ratio de capital de máxima calidad esperado (CET1 fully loaded) del 12%.